En el marco de la guerra en Ucrania, poderoso armamento militar se ha visto utilizado por las tropas rusas y ucranianas. Desde drones hasta tanques, así como misiles u otras armas de última generación han sido desplegadas, propias de Rusia o cedidas por Occidente a Kyiv. También aviones de la etapa soviética, que pese a ser de varias décadas atrás, continúan funcionando y siendo productivos. Como es el caso del M-55 Mystic B, un avión espía que podría cambiarlo todo en el conflicto ucraniano.
Según el Ministerio de Defensa británico, el Kremlin estaría considerando la idea de poner en marcha el M-55 Mystic B para cubrir una de las necesidades más evidentes de sus capacidades militares. Sobre todo, explican las autoridades británicas, de que se haya visto expuesto uno de los grandes defectos de las fuerzas rusas, que es su incapacidad de establecer un sistema ISTAR en todo el tiempo que dura el conflicto.
El M-55 Mystic B fue una impresionante arma que fue puesta en servicio en 1988. Tenía una capacidad de hasta 1.500 kilos que podría alcanzarse gracias a los módulos desmontables que podrían acoplarse a las alas, tal y como explica Kyiv Post.
"El equipamiento de reconocimiento opera de forma automática durante el vuelo con datos a tiempo real que son transmitidos a través de un canal de comunicación a la estación de control en tierra", añade el medio ucraniano.
El avión, de un solo asiento, tenía la capacidad de volar a velocidad supersónica y contaba con dos motores turborreactores, que le permitían mantenerse en el aire durante más de seis horas. Así, si volviera a estar activo por orden de Moscú, podría ser un arma determinante en el conflicto.
