Ortega, el pensador que sólo gastaba en libros y tabaco
Una biografía de José Ramón Carriazo traza el recorrido vital, intelectual y privado del gran pensador español del siglo XX
«Ortega. Vidas, obras, leyendas», de José Ramón Carriazo Ruiz ★★★★
Por Jesús FERRER
«Biografía: un sistema en el que se unifican las contradicciones de la vida humana», escribió José Ortega y Gasset, quien cuenta ahora con un nuevo y pormenorizado estudio de su personalidad intelectual a cargo del especialista en la materia José Ramón Carriazo Ruiz (Santander, 1974). Encontramos aquí los referentes de tan emblemático pensador: formación en la tradición filosófica alemana, persistente interés en el tema de España, preocupación por la educación política de la sociedad española de su tiempo, reforma de la Universidad en función del deseable rigor científico, compromiso crítico con la II República, conciencia de impecable liberal europeísta, creación de grandes empresas culturales como la mítica «Revista de Occidente», e influencia decisiva en intelectuales de la categoría de Zubiri, García Morente o Ferrater Mora.
Se detallan otros aspectos de su rica personalidad, como la condición de ameno conferenciante, su simpático don de gentes, la autoridad que emanaba de su riguroso criterio sociológico o un tolerante señorío en la comprensión de las ideas adversas. Sin olvidar vertientes íntimas o familiares: «No era hombre que gastara en cosa más allá de los libros y el tabaco», y «el día antes de la boda escribía a Giner de los Ríos informándole del acontecimiento y diciéndole que fenecía en él la posibilidad de un Don Juan que no había sido».
Y se recogen algunas de sus persistentes obsesiones, como «El Quijote»; o rasgos identitarios, como su acendrado madrileñismo. No existe la biografía definitiva, pero esta resultará útil durante muchos años. Prueba del innegable interés que continúa generando el universo orteguiano, es la publicación también de «Nací sobre una rotativa. Las empresas culturales de José Ortega y Gasset», de Ignacio Blanco Alfonso, quien profundiza en su figura como impulsor de proyectos culturales, haciendo hincapié en su dimensión de innovador del periodismo crítico y literario. Para Ortega la prensa sería un formidable medio de expresión encaminado a la regeneración de España, la modernización del país y su plena consolidación democrática.
▲ Lo mejor
Sobre todo, el rigor investigador unido a una amena claridad expositiva
▼ Lo peor
Nada destacable aquí, al ser una precisa y pormenorizada biografía intelectual
Pulgas y bostezos; la fallida vuelta de Fred Vargas
Después de seis años sin publicar, vuelve con su comisario Adamsberg, pero no logra las expectativas que muchos esperaban de ella.
«Sobre la losa», de Fred Vargas ★★
Por Lluís FERNÁNDEZ
La reina del «rompol» francés, acrónimo creado para denomina sus famosos «roman policier», ha publicado una nueva aventura del comisario Adamsberg y sus variopintos ayudantes de la comisaría del distrito XIII de París. Los seis años que ha tardado en escribir «Sobre la losa» han sido un suplicio para los admiradores de la escritora. Asunto distinto es si ha cubierto sus expectativas. Aparentemente, nada ha cambiado, salvo que el onirismo de sus novelas problema es de menor intensidad, sustituido por los tópicos fantasmas.
Ni Adamsberg echa mano de su presciencia ni de sus intuitivas «burbujas gaseosas». Tampoco su equipo adquiere la definición de su anterior novela «Cuando sale la reclusa» (2017), una de las favoritas de sus lectores. En el nuevo título, la peña al completo se traslada a un pueblecito de la Bretaña para investigar los crímenes de un asesino en serie tan estrafalario como la metodología delirante del comisario: un asesino que contagia a sus víctimas con pulgas, un falso zurdo que deja un huevo fecundado en una mano. Parece que Vargas debiera contentar a su editor y publicar una novela, cuando la autora está más comprometida con la cuestión ecológica que con la novela policíaca. En «Sobre la losa» se pierde en descripciones interminable y tradiciones, y apenas en urdir un relato policiaco «comme il faut». La coherencia está por debajo de las tontas ocurrencias del visionario comisario Adamsberg. Aburrida hasta el bostezo.
▲ Lo mejor
Ya que no la trama, al menos el costumbrismo normando entretiene
▼ Lo peor
El desinterés de la autora por urdir una trama que resulte creíble
Historia del inglés que se perdió en la «rebelde» Alpujarra
Tusquets recupera la obra maestra del hispanista Gerald Brenan: su libro de recuerdos «Al sur de Granada»
«Al sur de Granada», de Gerald Brenan ★★★★
Por Víctor FERNÁNDEZ
Hay libros en los que uno desearía vivir porque nos sentimos felices leyendo sus páginas, nos hacen ser mejores como lectores y como personas. Eso es lo que pasa con «Al sur de Granada», uno de esos títulos clásicos de la literatura de viajes, pero también de cierta manera de mirar la piel de toro más allá, mucho más allá de los tópicos, de ese folklore de cartón piedra de la «Carmen» de Merimée.
Un jovencísimo Brenan, don Geraldo como lo llamaron sus vecinos, decidió instalarse con sus libros en un pequeño y humilde pueblo de La Alpujarra llamado Yegen. Sin ningún conocimiento de español, perdido entre montañas y lejos de la bucólica imagen de postal de la Alhambra, Gerald Brenan se encontró a sí mismo e hizo participé a sus amigos de lo que era esa vida. En el libro, podemos conocer, por ejemplo, el sorprendente paso de Virginia Woolf por ese inhóspito rincón, entre higueras y olivos, feliz y hablando de literatura, tanto la que le gustaba como aquella que condenaba.
No se puede olvidar que la primera edición de «Al sur de Granada» apareció en 1957, un año después de que lo hiciera otro trabajo con británicos en tierra extraña, como era el caso de «Mi familia y otros animales» de Gerald Durrell. Además de ese aspecto, los dos libros tienen en común que tienen como autores a dos partidarios de exprimir la vida hasta el límite.
Con los años se ha criticado a Brenan que esta autobiografía tuviera detalles inventados o tergiversados. En este sentido, la visita a los burdeles de Almería probablemente sea el episodio más significativo con una mirada más propia de Proust que de un viajero a la manera del Ricard Ford de «Viajes por España» .
Brenan, pese a ello, aseguraba en la presentación de su obra que «me limito a escribir lo que recuerdo haber visto, y doy por supuesto que nadie va a encontrar en España un país modelo, como Suecia o Suiza, condicionado por el ritmo de susmáquinas, sino, por el contrario, un país que hasta la fecha ha insistido en conservar una cierta dosis de anarquía y rebeldía». No es extraño que el escritor siguiera viviendo por esos lares andaluces toda su vida y que compartiera esas ansisas de vivir con todos sus lectores, con los pasados y con los que seguirán leyéndolo.
▲ Lo mejor
Uno de esos libros que mejoran con cada lectura, que son un clásico irrepetible.
▼ Lo peor
Nada. Es uno delos grandes clásicos del siglo XX y una obra esencial
¿Hasta dónde llegarían por tener un trabajo temporal?
Luis López Carrasco ha ganado el Premio Herralde de Novela con un libro que reflexiona con ingenio sobre el mercado laboral
«El desierto blanco», de Luis López Carrasco ★★★★
Por Jesús FERRER
Una guerra mundial ha asolado el mundo; de esta hecatombe tan sólo hay nueve sobrevivientes que han huido en globo con la intención de llegar a una isla desierta para iniciar de nuevo la civilización. Para alcanzar este propósito uno de ellos deberá lanzarse al mar. Pero no todo es lo que parece, y en realidad estamos ante una cruel selección laboral para obtener un puesto de trabajo. A su vez, esto es lo imaginado en la ficción que está escribiendo Carlos, elprotagonista de «El desierto blanco», que ha obtenido el reciente Premio Herralde de Novela.
Es esta una original historia que combina relato metaliterario, distopía apocalíptica, fantasía ucrónica, crítica social, y un enigmático suspense donde mucho tienen que ver el engaño de los sentidos y la ambigüedad de las apariencias. Se trata de una fábula, entre tierna y demoledora, que tiene su clave y origen en las empresariales secciones de recursos humanos y sus métodos de selección de personal. Y es también una sátira sobre un mundo deshumanizado, marcado por la soledad y la incomunicación. Personajes alienados por dramáticas circunstancias, situaciones límite y lacerantes disyuntivas morales conforman un entramado de singulares peripecias narrativas. Aparece aquí la añoranza de un tiempo y sociedad más humanos, lejos aún de sofisticadas tecnologías y mortales avances bélicos que pueden enlazar lo futurista con lo prehistórico. Una interesante novela, que es toda una párabola sobre un descontrolado y aparente progreso social.
▲ Lo mejor
La combinación entre original ficción literaria e incisiva crítica social
▼ Lo peor
Nada a reseñar aquí, tratándose de una novela de elaborada estructura argumental