Fuertes disparos se escucharon en la madrugada del viernes en la capital de Guinea-Bisáu después de que miembros de la Guardia Nacional asaltaran la sede de la Policía Judicial próxima al mercado de Bandim para liberar al ministro de Economía y Finanzas, Suleimane Seidi, y al secretario de Estado del Tesoro, António Monteiro, detenidos por presunta corrupción. Aunque la calma regresó a primera hora de la mañana a las calles.
Decenas de mandos militares fueron detenidos después del incidente. Horas después fue arrestado el coronel Victor Tchongo, comandante de la Guardia Nacional, después de un intercambio de disparos contra efectivos de las fuerzas especiales del Ejército guineano ocurrido en la madrugada del viernes.
Una fuente del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas confirmó al diario local O Demócrata que Tchongo y el comandante de operaciones de la Guardia Nacional, además de algunos integrantes de la Brigada de Intervención Rápida (BIR) de ese cuerpo, fueron arrestados por fuerzas militares comandadas por el Estado Mayor.
Seidi y Monteiro fueron interrogados y detenidos el jueves en relación a supuestos pagos a empresas equivalentes a una suma de diez millones de dólares. La misma fuente informó que ambos fueron encontrados en las instalaciones del cuartel de la Guardia Nacional y trasladados a la sede de la Policía Judicial.
Una fuente de la Policía Judicial confirmó al mismo diario que el ministro de Hacienda y el secretario de Estado «llegaron sanos y salvos» a la comisaría. Permanece en Bisáu la incertidumbre a la espera de que se esclarezcan los detalles de los hechos mientras puede verse una alta presencia de agentes patrullando las calles.
Los hechos ocurrieron cuando el presidente de este pequeño país africano de África occidental, Umaro Sissoco Embaló, se encuentra de viaje en Dubái para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28).
Guinea-Bisáu se encuentra inmersa en la inestabilidad política desde 2015 y ha sufrido numerosos levantamientos militares y cuatro golpes de Estado exitosos desde su independencia de Portugal (declarada en 1973 y reconocida en 1974). El último intento fallido sucedió el 1 de febrero de 2022, cuando un grupo de hombres armados vestidos de paisano cercaron el palacio presidencial mientras se celebraba una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros con la presencia del presidente y el primer ministro.
