Con el fin del verano despierta en muchos la nostalgia de los días de playa, relax y chiringuito. Para alargar la temporada y seguir con los pies en la arena, ha abierto en Chamberí Ojalá Pool Bar , hermano del Ojalá Beach Bar de Malasaña e igualmente pensado como un restaurante desenfadado con una carta corta y rica en sabores para picotear y compartir. Noticia Relacionada DETapeo estandar No Haveli: cocina india más allá de los curris Adrián Delgado La familia Singh, propietaria de este restaurante de la calle O'Donnell, ha trabajado en alguno de los más reputados establecimientos dedicados a esta gastronomía, desde el Tandoori Station de Madrid al londinense Benares Es lo último del grupo La Musa , con 25 años de trayectoria en el sector y propietaria de los conocidos locales homónimos (Latina, Malasaña), además de Run Run Run y los Limbo de Tribunal y Bernabéu. En los Ojalá ha querido jugar con la idea de dotar de playa a Madrid, por lo que estos locales cuentan con un área con suelo de arena, literalmente, para recuperar sensaciones asociadas a las vacaciones. En Ojalá Pool Bar el original espacio rodea una piscina vacía , de ahí el nombre. El restaurante tiene además una amplia sala de mesas con bancos al estilo desayunador americano, todo decorado con estilo industrial, neones y mucho color. También cuenta con una terraza en la acera. En cuanto a su comida , se ha apostado por una oferta contenida de platos informales como hamburguesas, tacos, bocadillos, ensaladas y tostadas, lo cual completa el ambiente perfecto para una divertida comida o cena entre amigos. Ojalá Pool Bar Qué pedir: tacos, tostadas, bocadillos, hamburguesas y hummus. Perfecto para: una quedada con amigos o para llevar a los hijos o los sobrinos. Precio de la caña: 2,80 euros. Precio croquetas: 8 euros Dirección: C/de Cea Bermúdez, 45. De domingos a jueves de 10 a 1 de la madrugada. Viernes y sábados hasta las 2 Algunas de sus propuestas estrella son las 'smash burgers', elaboradas con 180 gramos de carne de buey de La Finca y acompañadas de patatas fritas cortadas a mano (13,50 euros), los tacos pibil de presa marinada (6,70, dos), el bocadillo de pollo con guacamole (8,80), las albóndigas 'greek meze' con hummus de remolacha y pan de pita (13,50) y la ensalada de calabaza asada y rúcula (9,80). Ojalá Pool Bar tiene una zona con arena, para recordar las sensaciones del verano. Sus platos están pensados para compartir y tiene opción de brunch todos los días. Ojalá Pool Bar tiene otro elemento diferenciador, además de la arena, que es su brunch permanente . Normalmente esta modalidad de 'desayuno tardío que hace las veces de comida' y mezcla salado y dulce se sirve los domingos o como mucho todo el fin de semana, pero aquí se puede pedir en cualquier momento. Por ello la carta líquida incorpora zumos naturales, 'smoothies', cafés e infusiones, además de vinos por copas, aperitivos, cervezas, cócteles y combinados.