¿Que si el
Barça está sacando adelante muchos partidos aunque sea sufriendo a veces? Totalmente cierto. ¿Que si la
Liga es un título muy importante? Súper importante. ¿Que si los tres puntos hoy ante el
Sevilla son vitales? No hay duda de ello. Pero, perdónenme, estoy esperando el partido de
Oporto para sumarme a cualquier tipo de juicio o euforia. Es el partido más idóneo para mandar las mejores sensaciones a la afición culé y empezar a borrar el pasado triste y reciente en
Europa. Porque cada vez que se habla en el famoso entorno de las posibilidades en la
Champions, salen fantasmas, imágenes dolorosas de ediciones anteriores y, sobre todo, barreras psicológicas tras una larga lista de tropiezos en las últimas campañas.
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