Frente a «anuncios y contenidos propagandísticos» del Gobierno, la Xunta reivindica las «medidas reales» que está adoptando para «solucionar» el «grave problema» de la falta de vivienda . Este viernes Alfonso Rueda contrastó lo que por parte de Pedro Sánchez son, de momento, poco más que promesas —más de 180.000 inmuebles públicos que se inyectarían al mercado para alquileres asequibles— con algo tan tangible como la firma de un acuerdo, en Vigo, con Abanca y Caixa Rural; las dos primeras entidades financieras que se suman al plan de la Xunta para avalar en un 20% la compra de una vivienda a través de un crédito hipotecario. Una medida que fue aprobada en Consello el pasado 5 de abril. Poco más de tres semanas después, ya se suman los primeras entidades a esta iniciativa. Rueda aprovechó la rúbrica para remarcar que «uno de los principales problemas» de los jóvenes en el acceso a la vivienda, cuando quieren concertar una hipoteca con el banco, es que el 20% que no se incluye en el acuerdo con la entidad, «muchas veces», « impide directamente firmarla, porque no se puede llegar ». Estamos hablando, abundó, de «un proyecto a muchos años» que se convierte en un muro con el que choca la juventud, que en no pocas ocasiones «no tiene esa cantidad inicial». Ahí, con el programa 'Avais para a mocidade' —incluido en el Pacto de Vivenda de Galicia 2021-2025—, es donde entra la Xunta, que lo que hace es «completar ese impedimento», con avales vigentes hasta satisfacer las cuotas correspondientes al porcentaje facilitado. Esta medida «pionera», recordó, nace con una dotación inicial de cinco millones de euros, pero ya cuando recibió luz verde del Consello avanzó Rueda que esta cantidad era «ampliable», en función de la demanda. Y demanda, celebró ayer, no falta. En apenas unas horas, explicó a los medios de comunicación durante el acto, a media mañana, ya se habían recibido entre 20 y 30 peticiones . Hay, celebró, una «demanda real», y este programa de avales, auguró, «va a tener mucho éxito». Esas primeras solicitudes se ven como un espaldarazo a la intención de «implantar (…) medidas reales para facilitarle a los gallegos que puedan acceder a una vivienda». Medidas como otra anunciada previamente, que a cambio de un montante de 250 millones de euros planea ampliar en un 50% el parque público residencial, hasta los 5.600 inmuebles, la mayoría para alquiler, con la suma de 1.800 viviendas. A las que se añadirán 3.000 protegidas. Rueda puso en valor el esfuerzo de la administración autonómica y emplazó también a los concellos, que «tienen mucho que decir» en el capítulo de la vivienda, además de apelar a los promotores privados para que se adhieran. Electoralismo El mandatario autonómico reivindicó que es «así», con «políticas que vengan de muchos años» atrás y «medidas concretas», que «funcionen», como ha de acometerse este problema, porque, apostilló en alusión a Sánchez, «hacer anuncios es muy fácil», y « cuando se acercan elecciones, hacer una serie de promesas , también». La desconfianza con los anuncios del presidente del Gobierno es palpable. Este mismo viernes, Rueda envió una carta a la ministra del ramo , con afán de «colaborar», para que se identifique «dónde están» las algo más de 1.200 viviendas que se anunció que la Sareb pondría a disposición de la Comunidad, como parte del paquete de 50.000 anunciado por Sánchez. Y «si realmente están disponibles» y son «viables para ofrecerlas bajo el paraguas de la vivienda pública de la Xunta». La desconfianza se fundamenta en que la propia Sareb trasladó que realmente eran 43. «Fuimos a verlas», comentó Rueda, y se encontraron con «esqueletos con muchos problemas urbanísticos», que las «hacen inviables», en algunos casos con el hándicap de la «okupación» y, además, «ninguno en las zonas donde ahora mismo se está produciendo la demanda de vivienda». Como él mismo recordó, el miércoles mostró imágenes en O Hórreo. En paralelo, el 'banco malo' insistió en el dato de 1.285 viviendas en Galicia ofrecido por el Gobierno; y precisó que, por provincias, 896 se encuentran en La Coruña, 249 en Pontevedra, 108 en Lugo y 32 en Orense. Rueda también pidió la misma concreción para las 20.000 viviendas públicas que Sánchez prometió construir en terrenos propiedad del Ministerio de Defensa.
