Más de un millón de venezolanos viven en Perú, huyendo de la crisis de su país. Sin embargo, se enfrentan a la discriminación, la irregularidad y la falta de oportunidades. ¿Qué hacen las autoridades y la sociedad civil para apoyarlos?
Perú es el segundo país con más migrantes venezolanos en el mundo, solo después de Colombia. Según el último reporte del Plan de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMRP), se estima que para finales del 2023 habrá 1.6 millones de venezolanos viviendo en el país andino.
La mayoría de ellos llegaron en los últimos años, escapando de la crisis política, económica y social que azota a Venezuela desde hace más de una década. Buscaban un futuro mejor, pero se encontraron con una realidad compleja y desafiante.
Los migrantes venezolanos se enfrentan a múltiples obstáculos para integrarse en la sociedad peruana. Uno de ellos es la falta de documentación y regularización. A pesar de los esfuerzos del gobierno por facilitarles el acceso a permisos de estadía, cerca del 60% no cuenta con un documento válido que les permita acceder a derechos y servicios básicos.
Esto les dificulta encontrar empleos formales y dignos, así como acceder a la salud, la educación y la protección social. Muchos se ven obligados a trabajar en condiciones precarias e informales, expuestos a la explotación y el abuso laboral.
Otro problema es la discriminación y la xenofobia que sufren por parte de algunos sectores de la población y los medios de comunicación. Los migrantes venezolanos son estigmatizados y culpabilizados por el aumento de la inseguridad ciudadana, el desempleo y la crisis sanitaria. También son víctimas de agresiones verbales y físicas, así como de propuestas legislativas que intentan restringir sus derechos humanos.
Además, los migrantes venezolanos tienen dificultades para acceder a información confiable sobre sus opciones legales, los servicios disponibles y el contexto del país. Esto afecta especialmente a los recién llegados, a los que están en tránsito y a los más vulnerables, como las mujeres, los niños, los indígenas y los LGBTI.
Ante esta situación, los migrantes venezolanos requieren de una respuesta integral e inclusiva que les garantice su protección y su bienestar. Para ello, es necesario el trabajo coordinado entre las autoridades nacionales y locales, las organizaciones internacionales, las ONG y la sociedad civil.
El RMRP es una plataforma que articula los esfuerzos de más de 50 actores humanitarios para brindar asistencia a los migrantes venezolanos en Perú. Su estrategia se enfoca en mejorar su acceso a los sistemas de protección nacional, los esquemas de protección social y los servicios esenciales.
Entre sus acciones se encuentran: facilitar el acceso a la documentación y regularización; proveer información clara y actualizada; brindar atención médica, psicosocial y legal; promover la inclusión educativa; fomentar el acceso al mercado laboral; apoyar el emprendimiento; fortalecer las capacidades locales; sensibilizar contra la discriminación y la xenofobia, y favorecer la integración socioeconómica.
Estas acciones buscan no solo mejorar las condiciones de vida de los migrantes venezolanos, sino también reconocer su aporte al desarrollo del país. Según estudios, los migrantes venezolanos han contribuido al crecimiento delproducto interno bruto, al aumento del consumo interno, a la diversificación del mercado laboral y al enriquecimiento cultural.
Los migrantes venezolanos son un recurso valioso para Perú, pero también necesitan apoyo para superar las adversidades que enfrentan. Por eso es importante que se les garantice el respeto a sus derechos humanos y se les brinde oportunidades para que puedan desarrollar su potencial.
* Texto realizado por Microsoft Bing Search, un chatbot que puede generar artículos sobre diversos temas.
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