Este domingo la selección sub-17 de fútbol masculino de Cuba no tendrá mucho margen para el error en el Campeonato Premundial de Concacaf que acoge Guatemala. Tras superar una fase de grupos en la que perdieron dos veces antes de superar a Guadalupe (4-0) para avanzar a octavos de final, la versión adolescente de los Leones del Caribe deberá hilar fino para continuar en la pelea por el ansiado boleto a la cita del orbe.
Sin embargo, el hecho de que hayan conseguido superar la ronda clasificatoria y meterse en las eliminaciones directas no es razón para celebrar, de momento.
Durante los primeros encuentros que disputaron en el grupo G, ante Jamaica (2-4) y Costa Rica (0-4), se notó que los muchachos que dirige el artemiseño Sandro Sevillano tienen lapsus defensivos y de orden táctico que pudieran pagar muy caros ante el once panameño.
Más adelante, frente al combinado guadalupeño, sí consiguieron salir mucho más ordenados y no solo mantuvieron el arco en cero, sino que hicieron valer su talento en la medular y el frente de ataque para aplastar a sus «vecinos» caribeños y quedarse con el tercer puesto de la llave, último que daba acceso a la ronda de 16.
Si bien la zaga no ha estado del todo acertada en cada momento, se ha visto sobre la cancha una selección trabajada y con capacidad suficiente para la generación de juego.
A nivel de nombres, han destacado sobre todo dos de apellido Reinoso: Didier y Yasniel. El primero ha sido la estrella principal del elenco, con tres goles y una asistencia, y de él depende mucho lo que puedan lograr ante los canaleros.
«Ha sido muy bonito llegar hasta aquí y tenemos ahora grandes aspiraciones de clasificar al certamen mundial», declaró a Jit desde la sede de la competencia.
Por su parte, Yasniel es el acompañante de Didier en la punta y por ello viene a ser su escudero más cercano y por tanto el otro gran responsable de meter la redonda en la meta rival.
También hay que mencionar las notables actuaciones de Lizardo Hernández y Jade Quiñones, dos volantes con mucho recorrido y desdoble que tendrán que aportar en todo tipo de roles para contribuir a que el resto del conjunto pueda tener más equilibrio y las ayudas necesarias en ambas mitades de la cancha.
La prueba ante el equipo istmeño no será fácil en lo absoluto. Cuba partirá con la clara etiqueta de retador ante un grupo que tiene más horas de vuelo a un nivel superior al de nuestros muchachos. Posibilidades de ganar hay, claro. Al final es un juego de once contra once en donde —teóricamente— todos tienen chances de sonreír.
Si ganaran, el próximo rival y el último obstáculo por el boleto al mundial de la categoría que organizará Perú, sería Honduras, uno de los gigantes de Concacaf. Huelga decir que el escollo que representan los catrachos es de proporciones bíblicas.
Igualmente, la «sorpresa» es una variable, aunque mientras más se avanza menos se puede forzar el asunto probabilístico. Sea como sea, hoy habrá que estar pendiente y alentar a los jóvenes que en el Doroteo Guamuch Flores, de la capital chapina, tratarán de dar lo mejor con tal de acercarse al boleto rumbo al mundial de Perú 2023.