El turismo en ocasiones es elitista, caprichoso y sorprendente. El 'morbo' ha llevado a que se dispare el turismo penitenciario, en el que se visitan cárceles para ver como vivían los reos e incluso se puede pagar para que te traten como a ellos; también hay muchos que han aprovechado para sacar tajada del volcán de La Palma con tours por las cenizas, incluso cuando las ayudas todavía no habían llegado. Y ahora, la necesidad de sentirse especial y vivir siendo rico ha llevado a que hayan convertido un avión en una villa privada que alquilan por 7000 euros la noche, como mínimo. Se ...