No hace falta viajar a los espacios futuristas del aeropuerto de Houston. Si hoy en día sufrimos una dolencia un poco larga y complicada que nos obligue a pasar unos días ingresados en un hospital, incluso dentro de una cultura relativamente humanista como la española, una de las cosas que más llamarán la atención y más molestias pueden crear es que en esos laberínticos pasillos puede muy bien no haber literalmente nadie. Ninguna persona de carne y hueso se hará cargo de nuestro cuerpo sensible, de su sufrimiento, su incertidumbre y su enfermedad. Aparte de la amabilidad excepcio ...