En una entrevista exclusiva con ABC, el comisario retirado José Manuel Villarejo responde sobre uno de los muchos asuntos polémicos que afloraron a partir de las agendas y los audios que le fueron intervenidos por orden de la Audiencia Nacional: el negocio de saunas del suegro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. - Usted informó al Ministerio del Interior en etapa de Jorge Fernández-Díaz sobre los negocios del suegro de Pedro Sánchez relacionados con la prostitución. ¿Por qué lo hizo? -Yo en su día informé de ello al secretario de Estado, que es el que maneja el Ministerio. Yo tenía ciertas relaciones con el hermano del suegro de Sánchez que regentaba una sauna gay que frecuentaban muchos políticos, sobre todo vascos e independentistas, y era muy importante conocer de esas debilidades. Los servicios de inteligencia funcionan mucho de cintura para abajo. Lamentablemente eso de la información vaginal es un término que luego lo ridiculizan, pero es así. - ¿Entonces el padre de Begoña Gómez y su hermano eran confidentes policiales? -Sin duda. Cada vez que se pedía, ellos informaban. Cuando iba algún político, qué le gustaba, si menores o no menores, si marroquíes… - ¿Por qué investigó este asunto? -Yo supe de la existencia de Sánchez porque a mi en su día me encargaron que investigara las famosas saunas de su suegro. Es más, cuando se enfrenta al aparato del PSOE, el más poderoso que había, y les ganó a todos, me consta que en el partido socialista de entonces tenían mucho interés en que esa información no se perdiera, por si en un momento determinado tenían que utilizarla. No sé cómo, algunos periodistas tuvieron acceso a esa información, pero no sé por qué luego no lo consideraron relevante.
