Podemos ha pasado de puntillas estos días por la petición de los socios parlamentarios del Gobierno para que el envío a Kiev de carros de combate Leopard se vote en el Congreso de los Diputados . La presión del partido morado se convierte al final en mera escenificación porque con su minoría en el Gobierno no tienen capacidad de decisión. Así que tragarán con los Leopard y, resignados, solo les queda protestar en Twitter. Podemos, ERC y Bildu reaccionaron de forma inmediata y negativa a la participación de España en el envío de material militar porque consideran que solo contribuirá a una mayor escalada bélica. Según el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique , más envíos significará «una guerra entre potencias nucleares en suelo europeo», referencia a EE.UU. y Rusia, que son los dos países con más arsenal atómico. ERC y Bildu pidieron que la participación de España se someta a votación en la Cámara baja para poder votar en contra. Podemos evitó sumarse a esta reclamación. La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra , que encabeza la crítica a los socialistas por enviar los carros Leopard, fue preguntada el jueves por el tema: «¿El Gobierno debería llevar a votar en el Congreso el envío de carros de combate como piden los socios?». La pregunta fue precisa y, sin embargo, la ministra la esquivó. «Yo creo que lo fundamental aquí es que del mismo modo que hemos sido capaces de liderar el cambio de posición a nivel energético en Europa, seamos capaces de hacerlo también con esta vía dialogada y diplomática en la guerra de Ucrania», respondió Belarra. Noticia Relacionada estandar No Robles confirma que España enviará a Ucrania tanques Leopard que llevan más de una década en desuso Esteban Villarejo Defensa ya se ha puesto en contacto con la Industria militar para valorar y estudiar qué carros, de los almacenados en Zaragoza, permitirían su «adecuación» y «puesta a punto» Un ejemplo más de lo incómodo y limitado que está Podemos en la coalición de Gobierno. Los socialistas no someterán a votación la participación de España en el envío, de la misma forma que no lo han hecho con tantas otras; la de cambiar la postura histórica respecto al Sáhara Occidental, por ejemplo. Pero Podemos tampoco lo pedirá. Hacerlo sería poner en un compromiso a su propio Gobierno. Si votan en contra de la decisión del PSOE y Defensa en la Cámara, estarían saltándose un pacto tácito de la coalición (el de no votar en contra de una propuesta del otro). La queja como recurso ¿Abstenerse? Más de lo mismo. Y un voto a favor sería dinamitar la propia idiosincrasia antimilitarista que representa Podemos y un sinsentido tras sus críticas. Así que el partido solo puede tuitear en contra y quejarse de la mitad de su Gobierno que sí tiene capacidad para decidir sobre el tema. Además, lo cierto es que nada obliga a Sánchez a someterlo a votación más que el decoro parlamentario con la oposición y sus aliados. La decisión ya está tomada. España está estudiando qué carros de combate, almacenados en Zaragoza en desuso desde hace una década, permitirán su adecuación para ser enviados a Ucrania. El discurso de Belarra de no enviar material militar y buscar una «vía diplomática» ya provocó el año pasado uno de los enfrentamientos más graves en el Gobierno. En aquel momento, Belarra llamó al PSOE de forma implícita «partido de la guerra». Pero esta estrategia de Podemos no solo les genera problemas con los socialistas, sino que también divide en la coalición morada. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz , se distanció esta semana de las críticas de Podemos al no oponerse al envío. En primavera, la vicepresidenta ya se situó mucho más cerca del PSOE al considerar que Ucrania tenía «legítimo derecho» a poder defenderse.