Las emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron en 2022 y se confirmó que la actividad humana es la principal causante de catástrofes meteorológicas. Se sumaron la crisis energética y la subida de precios de energéticos y alimentos, los desacuerdos y choques con trasfondo geopolítico, la inflación… Nada ha podido ocultar la urgencia de un cambio global frente a la crisis climática.