Cinco minutos antes de las cinco de la tarde, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, era el último en atravesar la Puerta Santa de la Catedral de Santiago . A continuación con una llave se clausuraba esta entrada al templo hasta el próximo Año Santo, que tendrá lugar en 2027. Será la próxima vez que el día del Apóstol, 25 de julio, coincida en domingo. El acto de celebración había comenzado en la plaza del Obradoiro, donde se reunieron las autoridades y las 17 campanas de la Catedral tocaron a muerto por el fallecimiento del papa emérito, Benedicto XVI . Después desde el interior del templo, partió la comitiva para dirigirse a la Plaza de Platerías y de allí a la Quintana, donde durante todo el año se han producido largas colas para atravesar la puerta que permite a los católicos lograr la indulgencia plenaria, es decir, ser liberados de todos sus pecados. Lo hicieron entre fuertes lluvias y vientos, que cerraron un año Xacobeo con cifras récord de visitantes. Unos 483.000 peregrinos recogieron la Compostela que acredita haber hecho el Camino de Santiago. Antes de salir del templo se leyó el mensaje del Papa Francisco , en el que recordó que los peregrinos aprovechan cada etapa del Camino para «reflexionar sobre el sentido de la propia existencia. El Pontífice instó a «salir del yo para construir el nosotros» y sobre todo, «ir al encuentro de los más pequeños y vulnerables» . En el rostro de los «pobres, los migrantes, los presos», indicó el Papa, «encontraremos al señor». Tras su cierre, el arzobispo ofició la Misa de Acción de Gracias. Julián Barrio comenzó recordando que el Año Santo «a lo largo de la historia ha ido a ha ido conformando muchos de los aspectos de la cultura, contribuyendo a ampliar la visión moral». También destacó que a Compostela «han llegado numerosos peregrinos a pesar de las consecuencias de la pandemia y de las guerras en Ucrania y otros lugares del mundo ». El arzobispo resaltó, además, que pese al cierre de la Puerta Santa, «sigue siempre abierta la Puerta que es Cristo, camino, verdad y vida». El acto contó con la presencia de numerosas autoridades , como el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices o el delegado del Gobierno, José Miñones, entre otros. Después de varios años prohibido por culpa de la pandemia de coronavirus, la misa de acción de gracias culminó con el tradicional abrazo al Apostól, que protagonizó el arzobispo compostelano. Las malas condiciones meteorológicas impidieron que la celebración del espectáculo de luz, sonido y danza con el que había previsto por la Xunta de Galicia para cerrar el Xacobeo 21-22.
