«Calidad». Es la palabra que caracteriza y define a los vinos de Castilla y León. Coinciden en la valoración profesionales del sector y administración, reunidos en un foro organizado por ABC y Mercadona en el hotel El Coloquio, en Valladolid, para analizar la situación, fortalezas, debilidades y futuro de uno de los productos que lleva el 'made in Castilla y León' por el mundo y del que consideran de forma conjunta que tiene aún posibilidades de seguir ensanchando fronteras. Una «calidad» lograda con el trabajo y el buen hacer a lo largo de los años por viticultores y bodegueros para convertir las uvas en los apreciados vinos que cada vez deleitan a más paladares. Seguir ganando terreno, sumando consumidores se sitúa así como uno de los retos por los que hacen su apuesta los participantes en el debate: el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas; la CEO de Bodegas Ontañón, Raquel Pérez Cuevas, y el director general de Grupo Yllera, Carlos Yllera. Hacerlo, eso sí, recalcan todos, «manteniendo la calidad» con la que se identifica a los vinos que hunden sus raíces en las 82.000 hectáreas de vides, el 90 por ciento amparadas por la vitola de alguna de las diecisiete figuras entre Denominaciones de Origen, Indicación Geográfica Protegida y Vinos de Pago. La calidad supone una «fortaleza» que «nos ha permitido comportarnos mejor que otras zonas de España» en los últimos tiempos, creciendo a un ritmo «superior» tanto en volumen de ventas -un 17 por ciento frente a 4- como en valor -17 ante un 8,5-, llegando incluso «por primera vez» a situarse los vinos de la Comunidad por encima de la hasta ahora hegemónica La Rioja en el canal que más se 'bebe', el de hostelería, destaca el consejero. «Mantener la calidad debe ser el objetivo», recalca Raquel Pérez, quien incide en que «se puede crecer, pero tenemos que mantener la calidad». Pues si baja, apostilla, con ella cae la imagen y «baja lo que el consumidor tiene en la cabeza». «Y es muy difícil lograr un prestigio y un reconocimiento, pero muy fácil perderlo», advierte. Con esa calidad «como máxima» y unas infraestructuras en bodegas y viñedos como las que se tienen y se mejoran día a día, «el mercado y el futuro es bastante prometedor», señala también Carlos Yllera, quien de cara a ese porvenir aboga por «posicionarnos en sectores donde puede haber más capacidad de crecimiento». También presidente de la DO Rueda, apuesta por la exportación como clave para seguir creciendo. «Ahí tenemos una batalla que librar importante», subraya Yllera ante los «muchos retos» que se afrontan «con muchas ganas de crecer». Salir de la mano Ha de ser un crecimiento «planificado», conforme a la demanda, tal y como se está haciendo ahora, precisa Raquel Pérez, quien coincide que las ventas a otros países han de suponer una «apuesta firme» y siendo conscientes de que supone «un trabajo que lleva tiempo». «No es una moda que hoy, sí; mañana, no», advierte. «Es un trabajo lento, pero que crea futuro», añade. En el mismo sentido, el director general de Grupo Yllera reconoce que dar el salto al extranjero «es muy caro» y por ello, salvo excepciones incluso de proyectos que nacen con el objetivo de posicionarse fuera, «no es fácil» que bodegas más pequeñas se lancen a la aventura de exportar, en la que ya están embarcadas 922 firmas que 'sacan pasaporte' a sus vinos por un valor de más de 200 millones de euros al año, s egún el último informe elaborado por la Interprofesional del Vino. «Tenemos que invertir, ser generosos y no solamente cerrarnos en nuestras ventas, sino abrirlas para el resto de bodegas», considera el responsable de uno de los nombres propios de la DO Rueda. Noticia Relacionada empresas estandar No Mercedes Santos: «El modelo de Mercadona parte de satisfacer al cliente con la máxima calidad» Isabel Jimeno La especialista en vino del departamento de prescripción de la cadena de supermercados destaca que ha incrementado su «firme apuesta» por los productos de Castilla y León También reconoce el consejero que no todas las bodegas y denominaciones pueden salir al exterior condicionadas por su menor dimensión . Apuesta, así, por «intentar crecer todos juntos hacia eso que se denomina Marca España» con la que posicionarse a nivel internacional «de mejor manera para ser conocidos» en un entorno en el que, asume, vinos como los de Rioja «ya tienen unos cuantos años avanzados por delante». Las misiones comerciales y las ferias, la contribución de la Junta, que de cara a 2023 también «relanzará» los premios Zarcillo. Ve claro que «todavía tenemos potencial de crecimiento», tanto a nivel nacional como internacional, fomentando, eso sí, un «consumo responsable». De cara al exterior, el consejero aboga por «aprovechar la oportunidad» de la bajada en la producción en otros países para «ir posicionando nuestro vino de calidad en esos mercados». A la vez lanza la alerta de que, aunque «afortunadamente» no es el caso de Castilla y León, en el conjunto de España sí ocurre que «mayoritariamente» lo que se vende fuera va a granel y no embotellado. «Se ha hecho bien» «El camino está bien hecho y es cuestión de continuar», valora esta hija de bodeguero, con actividad en su La Rioja natal y en la Comunidad. «Castilla y León lo ha hecho muy bien», resalta. Convencida de que «hay camino» y muy consciente de que «es fácil crecer, pero crecer bien es lo difícil», abre el abanico a otras fórmulas como los vinos de baja graduación alcohólica, la mujer y los jóvenes, sin olvidar del aspecto cultural que trasciende al vino como el «alimento» que se sigue considerando que es. «Creo que hay un conglomerado de factores que, si se hace bien, si se consigue generar esa demanda, va a ser un positivo crecimiento», sostiene. Y es que, los tres coinciden en resaltar como una de las «debilidades» y, por ello, potencial en el que actuar, el hecho de que en el conjunto de España el consumo per cápita está «bastante por debajo» que en otras zonas de la Unión Europea que también son grandes productoras de vino como Francia, Italia o Portugal. El delegado de ABC en Castilla y León, José María Ayala; Raquel Pérez, consejera delegada de Bodegas Ontañón; el consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas; Carlos Yllera, director general de Grupo Yllera; y Julio Casado, director de Relaciones Externas de Mercadona en Castilla y León, en el foro sobre vino I. TOMÉ Por eso, el mercado nacional también es uno de los focos a los que se quieren dirigir en busca de nueva bocas, con la mirada puesta en grandes espacios como Madrid, Cataluña o la Comunidad Valenciana. «Creo que queda un crecimiento importante en el mercado nacional», asume Dueñas. Y también, añade, «sectores de la población a los que no habíamos ido, fundamentalmente los jóvenes, que quizá han ido hacia otro tipo de bebidas». Por eso, defiende que es «importante que conozcan todas las propiedades que tiene el vino no solamente como ocio, sino como alimento que es». El reto joven «Es muy importante tener nuevos consumidores», coincide Carlos Yllera, quien aboga por «recuperar la cultura del vino» que años atrás se tenía en las casas. Y ahí, incluye como opciones para captar esos paladares aún reticentes los mostos parcialmente fermentados (moscatos), frizzantes... Y admite que desde las bodegas deben hacer un mayor ejercicio pedagógico. «A veces, tenemos un lenguaje demasiado complicado para que los jóvenes quieran entrar. Y el vino es un producto difícil de entender para un joven que quiere algo más sencillo», entona Carlos Yllera, ante el «error» de las bodegas «de hablar en términos demasiado complejos para que los jóvenes entren en el vino». «A la gente le da cierto miedo enfrentarse a la carta de vinos», lamenta Raquel Pérez, quien llama a desprenderse de esos temores y que «se abran al conocimiento» catando. Para atraer jóvenes, «el gran reto», reconoce que desde el sector «estamos muy encorsetados. No abrimos nuestra mente». Pero ella tiene claro que nuevos productos pueden ayudar a «conectar» con estos gustos veinteañeros. Con otras premisas claras: «Dejar de demonizar. Ligarlo un poco más a nuestra historia y al Mediterráneo. Sacar orgullo». «Es muy triste que siendo un país como es España, el consumo de vino sea tan bajo» y más en comparación con otros territorios del entorno. El precio, otra clave: «Creo que se puede dar un vino de calidad a un precio razonable», resalta Raquel Pérez. En la misma línea, Carlos Yllera: «No está reñida la calidad con el precio». Noticia Relacionada estandar No Gallardo ve en el vino «una pieza para el posicionamiento internacional» de Castilla y León ABC El vicepresidente lamenta que su promoción hasta ahora no ha sido «suficiente» y valora el tándem patrimonio histórico y gastronómico Entre las «fortalezas» del vino, el «arraigo» a los lugares en los que están enclavados y la «fuente de ingresos» que supone para los pueblos en los que hay viñas -590 poblaciones de Castilla y León, casi uno de cada tres de los que hay en la Comunidad- y bodegas -en torno a 750 firmas-. Un sector con más de 80.000 viticultores y que da trabajo a más de 33.000 personas, lo que supone el 3,8 por ciento del empleo en la región. Eso sí, «excesivamente atomizado», puntualiza el consejero, pues el 95 por ciento de las bodegas tiene menos de 16 trabajadores. Unas pequeñas dimensiones que complican aún más sacar adelante el trabajo del día a día y hacer frente a una «excesiva burocracia» de la que se quejan.
