Hubo que esperar a que llegara el Emir, acompañado por Gianni Infantino, para que echará a andar con retraso la ceremonia de clausura del Mundial de Qatar . Al igual que en la inauguración el perfil de los artistas que actuaron en directo fue bajo. Ninguna estrella internacional invitada más allá de los cantantes que han amenizado todo el torneo con las canciones oficiales. Por el palco asomaban Paul Pogba y Zlatan Ibrahimovic , convertido de repente en el mejor amigo del jeque Al Thani. Ambos departieron entre risas durante varios minutos. Junto a ellos aparecía también Emmanuel Macron, presidente francés. Fue un espectáculo breve, dada la tardanza en la entrada de las autoridades al estadio y la necesidad de despejar el escenario para que salieran a calentar los protagonistas de la final. De nuevo se hizo un alegato a favor de construir puentes y unir culturas mientras unos balones gigantes con las banderas de los 32 países participantes paseaban por el campo. Luego fue el momento de las actuaciones musicales: Davido y Aisha, con su tema 'Hayya, Hayya'; Ozuna y Gims, que interpretaron Arhbo; y Nora Fatehi, Balqees, Rahma Riad y Manal, que cantaron Light the Sky, todo bajo un juego de luces espectacular. Los fuegos artificiales sobre Lusail pusieron fin al show y dieron paso a los futbolistas. Aún con el estadio a la mitad de su capacidad, la ceremonia contó con el apoyo febril de los miles de argentinos que para entonces ya ocupaban uno de los fondos del graderío. Poco antes del inicio el protagonismo pasó a ser de Íker Casillas , el encargado de presentar la Copa de campeón al estadio. El guardameta madrileño fue el encargado de levantarla en el Mundial 2010.
