Nueva vuelta de tuerca de la Generalitat para arrinconar al castellano en Cataluña. El Gobierno de Aragonès acaba de aprobar una nueva batería de medidas para imponer la 'catalanización' hasta en las autoescuelas y las residencias de mayores, con el objetivo de que no haya ningún sector de la población que escape al intento de que el catalán sea la única lengua en la región. Con un desparpajo que causa asombro, reconoce la Generalitat que toma esta decisión por el «preocupante retroceso en el uso del catalán en todos los ámbitos» pese al insumiso esfuerzo que le ha llevado incluso a incumplir las sentencias de los tribunales, vulnerando así principios constitucionales y leyes ordinarias. Seguramente, una de las causas de ese «preocupante retroceso» que se admite tenga que ver con la imposición y la liquidación de derechos fundamentales, como lo es usar la lengua oficial en todo el Estado. Por el camino de la inmersión extrema, el que se termina ahogando es el catalán.