Sam Bankman-Fried no cumplió con la fecha límite establecida por un comité del Senado de Estados Unidos para responder a una solicitud para testificar en una audiencia del 14 de diciembre sobre el colapso del intercambio de criptomonedas FTX en bancarrota.
El abogado de Bankman-Fried no respondió en el plazo establecido, dijo el Comité Senatorial de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos en un comunicado.
“Creemos que es importante que Bankman-Fried demuestre que está dispuesto a brindar transparencia y responsabilidad al pueblo estadounidense al brindar testimonio”, dijeron en el comunicado el presidente del comité, Sherrod Brown, y el miembro de rango Pat Toomey. “Seguiremos trabajando para que comparezca ante el Congreso como se detalla en la carta del miércoles”.
En esa carta, el Senador Brown escribió que él y el Senador Toomey están preparados para emitir una citación si Bankman-Fried no decide presentarse voluntariamente. El exmagnate de las criptomonedas caído en desgracia se enfrenta a una serie de investigaciones y demandas colectivas dirigidas contra él o las empresas de su difunto imperio.
Bankman-Fried, que no ha sido acusado de ningún delito, ha negado haber intentado perpetrar un fraude y ha admitido graves errores de gestión en FTX. Bankman-Fried y su portavoz Mark Botnick no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre la última declaración del panel bancario del Senado.
En una serie de mensajes enviados a través de Twitter el viernes, Bankman-Fried dijo que está “dispuesto a testificar”el 13 de diciembre, aunque estaría limitado en lo que podría decir debido al acceso limitado a “gran parte de mis datos”.
Botnick confirmó el martes que Bankman-Fried había contratado al abogado defensor de Nueva York, Mark Cohen, para que lo representara. Cohen formó parte del equipo que representó a la traficante sexual convicta Ghislaine Maxwell y defendió con éxito al analista Peter Black contra una demanda de la Comisión de Bolsa y Valores en un juicio de 2014.
También se le pidió a Bankman-Fried que testifique ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, y la presidenta Maxine Waters dijo el miércoles que es " imperativo " que asista a una audiencia el 13 de diciembre.
El nuevo director ejecutivo de FTX, John J. Ray III, el experto en reestructuración que se hizo cargo de la empresa en caso de quiebra, testificará en el panel de la Cámara. Ha pintado una imagen de FTX como una empresa mal administrada, en gran medida fuera de control, sumergida en conflictos y que carece de prácticas contables básicas, calificándola como la peor falla de controles corporativos que jamás haya visto.
FTX implosionó con un agujero de 8 mil millones de dólares en su balance y hay muchas preguntas sobre si manejó mal los fondos de los clientes. Debe a sus 50 mayores acreedores no garantizados un total de 3 mil 100 millones de dólares y puede haber más de un millón de acreedores en todo el mundo.
