Marcos Nivar
Santo Domingo
listindiario.com
Entre un buen moro, la música de Juan Luis Guerra y el amor recibido por los fanáticos azules, el colombiano Jair Camargo, resume su experiencia en el béisbol invernal dominicano como única y especial.
De las sorpresas más agradables para los Tigres del Licey en la presente temporada de béisbol otoño invernal, ha sido el Camargo Azul.
El jugador de apenas 23 años, dijo que ha sido una bendición ser parte de los añiles, por ser un club que guarda tanta tradición en República Dominicana.
“Me siento súper agradecido y contento, Dios me ha bendecido de una manera muy grande al darme esta oportunidad de jugar en Dominicana, nunca me imaginé que la oportunidad de jugar todos los días llegaría sería tan rápido, pero a veces no entendemos las cosas, que llegan como bendición”.
El colombiano está seguro que portar las cinco letras del Licey, es un plus para su carrera profesional y más aún por el desempeño que está exhibiendo.
En 14 partidos ha conectado 13 ndiscutibles en 45 turnos al bate. Incluyendo dos cuadrangulares, dos dobles y 12 remolcadas.
Hasta el momento su mayor nivel de juego había sido en la Liga Profesional de Béisbol Colombiano, con Caimanes de Barranquilla (2017-2018), equipo más ganador de Colombia y los Tigres de Cartagena (2015-2016).
Además representó a su país en el 2018, en el Campeonato Mundial de Béisbol Sub 23, en el cual disputó cinco juegos frente Sudáfrica, China Taipéi, Japón, Puerto Rico y República Checa en los que anotó 3 carreras, 3 hits, 2 dobles e impulsó 1 carrera.
“Esta oportunidad me está preparando para algo grande, obviamente se siente una presión diferente cuando representas a tu país contra todo el mundo pero la presión de este béisbol no hay dudas que es muy grande, crecer bajo esta presión te hace mejor pelotero”.
Su principal motivación para jugar béisbol fue su familia. Su abuelo, su padre y sus tíos jugaron béisbol amateur y además tienen equipos de sóftbol en Colombia. Jair fue el único miembro de su familia en ser jugador profesional de béisbol, por lo que se ha convertido en el orgullo más grande para sus consanguíneos.
“En mi familia todos están felices, y me hacen saber que soy su mayor orgullo, mis primos que también buscaron firma me ven como su ídolo y es por eso que mi mayor objetivo es cumplir es representarlos dignamente”.
Recuerda con mucha emoción el día en que sus padres fueron a verlo por primera vez en el béisbol colombiano y en los Estados Unidos cuando pertenecía al circuito minoritario de los Dodgers.
Camargo confesó que es un apasionado del moro de gandules con pollo guisado y su plato favorito de Colombia es el pescado frito con arroz con coco y tostones.