La espera ha valido la pena y, finalmente, el pequeño Óliver (2020) será operado este miércoles a las ocho de la mañana en Barcelona. Está previsto que la operación se alargue hasta media tarde, cuando los especialistas del hospital pediátrico Sant Joan de Déu esperan, según informan desde el hospital, haberle extirpado (total o parcialmente) el tumor que presenta en el tronco cerebral, que aseguran es «muy agresivo». Óliver fue operado por primera vez el viernes 28, cuando los médicos introdujeron con éxito, detrás de su oreja, una válvula de derivación ventricular para drenar el líquido que se acumulaba en su cabeza y le presionaba el cerebro (hidrocefalia), que hasta la semana pasada ponía en riesgo serio su supervivencia. Antes de esta primera intervención, en el hospital catalán repitieron al pequeño muchas de las pruebas que se le habían realizado en México, cuando le detectaron el tumor. Fuentes del centro explicaron a ABC el jueves que el menor estaba siendo tratado antes de entrar a quirófano con corticoides, rehitdratación y nutrición para reducir la extrema fragilidad que presentaba en el momento del ingreso. La familia de Óliver llegó el miércoles a Barcelona en avión medicalizado desde Cancún (México) gracias a la aportación de un benefactor anónimo que financió los 196.400 euros que valía el viaje. El pequeño, nacido en España, había pasado su corta vida en México, donde su familia se mudó hace año y medio para que su padre, de orígen malagueño, abriera un negocio de buceo. Hace dos semanas llevaron al pequeño al hospital «porque no se podía mover». Diagnosticado el tumor, los cirujanos locales dieron a la familia el trágico pronóstico de 15 días de vida. La sanidad pública mexicana se desentendió del caso por la imposibilidad de cumplir los plazos y, el padre, desesperado, compenzó a compartir su drama en redes sociales , donde se viralizó el caso y llegó al hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que se ofreció a realizar la intervención.