Sergio Pérez montará un nuevo motor de combustión interna (ICE) para el GP de Estados Unidos, el quinto del año, y tendrá una penalización de 5 posiciones en parrilla. Más allá de que se espera que pueda remontar en Austin, el objetivo de este cambio es que el mexicano disponga de una nueva unidad con mayor potencia y fiabilidad para afrontar su carrera de casa.