China y la UE negociaron durante varios años un acuerdo de protección mutua de inversiones, sin embargo, el acuerdo fue suspendido, un gesto que tensó las relaciones.
Bruselas. La cumbre de líderes europeos prevista para el jueves y viernes en Bruselas se centrará en la crisis energética y en Ucrania, pero incluye una delicada discusión sobre una posición más clara y firme ante China.
En su carta de invitación para la cumbre, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, apuntó que la reunión era una oportunidad para discutir “sobre la forma en que queremos enmarcar esta relación esencial”.
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Tradicionalmente la Unión Europea (UE) considera al gigante asiático como un asociado y un competidor, aunque este semana el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó de que “el competidor ha primado claramente sobre el socio”.
Un documento elaborado por el servicio diplomático de la UE y al que AFP tuvo acceso, enfatiza que China “se ha convertido en un competidor aún más fuerte” y “por lo tanto, es fundamental evaluar cuál es la mejor respuesta” a esta nueva situación.
En ese escenario, el documento especula que las orientaciones aprobadas durante el 20º Congreso del Partido Comunista Chino “enfatizarán las diferencias entre las posiciones de China y las nuestras”.
“Es seguro que China seguirá siendo un actor importante en el escenario mundial con el que la UE deberá dialogar, trabajar, intercambiar y negociar sobre temas de interés común”, informó el documento.
China y la UE negociaron durante varios años un acuerdo de protección mutua de inversiones. Sin embargo, el acuerdo fue suspendido, en un gesto que tensó las relaciones.
Así, la UE busca mantenerse firme en asuntos como defensa de los derechos humanos pero esa posición se choca de frente con un continuada dependencia de semiconductores, tierras raras y minerales estratégicos.
“China acaba de hacerse con las reservas de cobalto de la República Democrática del Congo y posee el 85% de las tierras raras del mundo”, dijo Elvire Fabry, analista del Instituto Jacques Delors.
“La realidad es que China se ha convertido en un rival sistémico y un competidor feroz”, aseveró.
La UE enfrenta desde el año pasado una aguda crisis por el aumentos en los precios de la energía, que se agravó de forma dramática después del inicio de las operaciones rusas en Ucrania, que hizo dispararse el precio del gas natural importado de Rusia.
Con las sanciones europeas, Rusia redujo drásticamente su abastecimiento de gas y por ello esta definición de las relaciones con China ocurre en un momento crítico. Queda por ver si, ante este nuevo escenario, los europeos resistirán la tentación de avanzar de forma desorganizada.
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Alemania está preparando su propia estrategia con respecto a China para la primavera y analistas mencionan el temor de que el país se sienta tentado a avanzar en solitario.
“La postura de Alemania pesará sobre el de la UE. Su industria está preocupada por el cierre del mercado chino”, dijo Fabry. Por ello, el documento preparado por el servicio diplomático de la UE lanza una advertencia muy clara.
“La UE y los estados miembros deben luchar contra los intentos de China de implementar su táctica de dividirnos para vencernos (...) y evitar iniciativas aisladas y descoordinadas que debilitarían nuestra posición común”.
