Corr?a el a?o de 1940, cuando en el poblado de Ojuela, una jovencita de apenas de 14 a?os de nombre Teresa, viv?a feliz en compa??a de sus padres y sus cinco hermanos, una familia de clase media, creyente, unida y trabajadora, el padre siempre atento para que no les faltara nada a sus hijos, y la madre atendiendo las actividades del hogar, sin descuidar de ellos.
Teresa, quien era la mayor de todos, era una linda adolescente, quien logr? flechar el coraz?n de Pedro, un jovencito de 15 a?os, quien no esper? m?s para pedirle que se convirtiera en su novia y ella emocionada le dijo que s?.
El romance iba viento en popa, Teresa y Pedro cada d?a mostraban un completo enamoramiento y como adolescentes, se divert?an a lo grande en el pueblo rico en mineral, donde se extra?a oro, plata, zinc y manganeso, lo que fue dando una gran prosperidad a Ojuela, en donde llegaron a habitar m?s de cinco mil personas.
Por el lugar rondaba una mujer de alrededor de 37 a?os de nombre Cassia, la cual practicaba la brujer?a, se dedicaba a hacer el mal para obtener lo que quer?a, adem?s atend?a a algunos habitantes para realizarles limpias, protecciones y brebajes.
Nada bueno les esperaba cuando la hechicera pos? sus ojos en Pedro, novio de Teresa, ya que entre m?s lo ve?a, m?s se enamoraba del apuesto joven, la edad le import? poco y lamentablemente a partir de ah?, los d?as de la bella novia se convertir?an en un martirio.
Ignorando el peligro que los rodeaban, los adolescentes derramaban miel y esto no lo pod?a soportar la bruja, su odio hacia Teresa creci? con el tiempo. Pasaron los meses y Cassia no ve?a el fin de la relaci?n entre Teresa y su amado, por lo que decidi? hacerle la vida de cuadritos a la joven, ya que si no lograba el amor de Pedro por las buenas, lo har?a por las malas.
Un buen d?a, Teresa se dirigi? a Mapim?, acompa?ada de su hermano Jes?s y su perrito Marc. En el carro de mulas de la familia bajaban al pueblo vecino para surtir la despensa, despu?s del mediod?a estaban de regreso, pero en esa ocasi?n a mitad del camino ya rumbo a Ojuela, de la nada se les apareci? un animal gigante negro, con grandes colmillos y ojos rojos, quien les impidi? el paso, ?ste se le abalanz? a Teresa, como si quisiera devorarla, las mulas espantadas repararon, mientras que Marc ladraba asustado con el deseo de defender a sus amos.
Lo m?s incre?ble era que su hermano Jes?s no ve?a nada, asombrado por los gritos de Teresa y el esc?ndalo de las mulas y el perro, preguntaba qu? pasaba, mientras que ella le rogaba que se fueran de ah?.
Marc se baj? de la carreta para atacar a la bestia negra; Jes?s aprovech? que las mulas se calmaron para emprender la huida y como pudieron llegaron a Ojuela. Al volver por su perrito, que se hab?a quedado en la batalla con el extra?o animal, lo encontraron muerto.
Los hermanos llegaron asustados y le contaron a su familia lo sucedido, pero nadie daba cr?dito a lo que les hab?a pasado. Los d?as avanzaron, se olvid? un poco ese mal sabor de boca, mientras el amor entre Teresa y Pedro se manten?a fuerte, creciendo al igual que el odio de Cassia hacia la jovencita, contra quien ya planeaba su siguiente y peor maldad.
El agua del r?o que corr?a en aquellos a?os por debajo del Puente de Ojuela, luc?a esplendorosa y con una paciente corriente, por lo que sus habitantes aprovechaban para ir a lavar su ropa.
Teresa no lo pens? dos veces y en un canasto ech? la ropa de la familia y arrib? al r?o para lavar sentada en una gran piedra, hasta ah? inesperadamente lleg? Cassia, para exigirle que se alejara de Pedro, pero la joven era de car?cter fuerte y sin temor se opuso, le dijo que se largara y la dejara en paz.
La bruja se molest? ante la respuesta de Teresa y con coraje le escupi? en una de sus piernas y se fue. La jovencita muy a penas termin? de lavar las prendas de vestir, cuando se empez? a sentir mal, pero apenas llegando a su casa cay? inconsciente.
Su estado de salud se complicaba cada vez m?s, terribles temperaturas, aunque lo peor era su pierna, esa que la bruja le hab?a escupido, estaba hinchada y morada, eso alarm? a su familia.
Su padre desesperado la llev? a un hospital de Torre?n, donde pas? varios d?as internada y al ver que los ex?menes no revelaban nada, los m?dicos la desahuciaron, dijeron que nada pod?an hacer y que la regresaran a su hogar para que terminara sus d?as.
Ya en Ojuela, el padre de Teresa no estaba conforme, le hablaba a su hija y le preguntaba qu? hab?a ocurrido, en un momento de lucidez, ella como pudo se?al? su pie y dijo entre dientes, ?la bruja Cassia me escupi??.
Como energ?meno, el padre de Teresa tom? su machete y sali? disparado en busca de Cassia, al tocar la puerta de su casa, la bruja sali? y amenaz?ndola con el arma blanca que llevaba, le grit? con palabras altisonantes, ?mira hija de tu? ya s? lo que le hiciste a mi ni?a y ?yeme bien, si ma?ana Teresa no amanece bien, vengo a buscarte para cortarte la cabeza con este machete, ya sabes que te lo cumplo?, Cassia asombrada cerr? la puerta y el padre de la moribunda joven se alej?.
A la ma?ana siguiente, como por arte de magia, Teresa despert? sin temperatura, su pierna con el tama?o y color normal, por lo que la familia llor? de alegr?a y se pusieron a rezar, para agradecer a Dios por su sanaci?n.
De Cassia ya no se supo nada, al ver que no logr? su objetivo, decidi? abandonar Ojuela, mientras que Teresa y Pedro siguieron un tiempo m?s su romance, pero luego tomaron rumbos distintos, dejando todo en manos de Dios.
aarp