Lázaro Martínez necesitó dos intentos para asegurar su presencia en una final del triple salto varonil que recoge las esperanzas cubanas de subir al podio en este Campeonato Mundial de Atletismo. Es una cuestión de historia y casi de honor, porque nunca antes en la historia la Mayor de Las Antillas salió de una cita planetaria con el cuello vacío.