"¡Amigos! ¡No hay amigos!”, exclamaba intrigante Aristóteles pero era a ellos a quienes les hablaba. Y antes y después la filosofía le ha dedicado un espacio destacado a las preguntas sobre este afecto al que a veces parece faltarle algo -porque cuando es muy cercana la amistad pierde su nombre para llamarse hermandad- o sobrarle -por aquello de la exclusión de la sensualidad para conservarla. Nuestra filósofa punk recorre preguntas, lealtades y traiciones en esta semana donde todo son cartitas y posteos para les amigues que sí nos salvan la vida.