Una nutrida manifestación opositora marchó este jueves en La Paz con la denuncia de una persecución política desde la presidencia del izquierdista Luis Arce, pero fue frenada por oficialistas que usaron huevos, tomates, piedras y petardos.
Los opositores, entre lo que había médicos, estudiantes de medicina, vendedores y activistas civiles, demandaron la libertad de la expresidenta derechista Jeanine Áñez, sentenciada el pasado mes a 10 años de cárcel bajo el cargo de cometer un golpe de estado contra su antecesor, el izquierdista Evo Morales (2006-2019).
También atribuyeron a motivos políticos una denuncia penal por un caso de homicidio contra el presidente del profesional Colegio de Médicos de Bolivia, Luis Larrea, un prominente activista anti-Morales.
Larrea señaló que el gobierno "se está equivocando" y que "este es el pueblo que le dice basta a la injusticia", en referencia a los manifestantes.
Los opositores, algunos miles, recorrieron varias calles y avenidas céntricas de la ciudad, pero en una de ellas fueron bloqueados por varios cientos de oficialistas, que aseguraron que no los dejarían seguir su ruta.
Ambos grupos se mantuvieron por algunos minutos a unos 50 metros de distancia, amenazándose mutuamente con tomar acciones por la fuerza.
"¡La derecha no pasará! ¡El pueblo unido jamás será vencido! ¡Golpistas maleantes!", gritaron los oficialistas, entre ellos empleados públicos y militantes y simpatizantes del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS).
Los adversarios también gritaban "¡Masistas, el pueblo tiene hambre, el pueblo pide pan!".
En determinado momento los opositores optaron por cambiar de ruta, pero fueron seguidos lentamente por los oficialistas, quienes les lanzaron petardos, piedras, huevos y tomates.
Un grupo antimotines de la Policía llegó al lugar para evitar que se produjera un choque callejero e incluso se escuchó la explosión de fulminantes de dinamita, aunque sin causar daños.
Horas después la activista opositora Guadalupe Cárdenas denunció que unos 10 jóvenes fueron detenidos por la policía y exigió su liberación.
Los opositores han anunciado que retomarán sus protestas contra el gobierno izquierdista del presidente Luis Arce, el delfín de Morales.
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