El proyecto deportivo de Hertha Berlin estuvo a punto de colapsar la pasada temporada y este verano tienen un presupuesto muy limitado para permitirse muchos fichajes. Sin embargo, el club capitalino ha encontrado una forma de remediar este problema: aprovecharse de la suspensión de la Liga Rusa.
La gestión del Hertha en los últimos años ha dejado mucho que desear. Pese a tener presupuesto para confeccionar plantillas casi a su antojo, han quedado atrapados en la zona baja de la tabla y sin poder aspirar a Europa, su principal objetivo. Ahora se ha cerrado el grifo de dinero y la situación económica se deteriora, habiendo muy pocos recursos para reforzar el equipo. Es en Rusia donde podrían encontrar la forma de hacerlo.
Con la suspensión temporal de la Liga Rusa por el estallido de la guerra en Ucrania, los clubes del país tienen que dejar marchar a muchos de sus jugadores. La FIFA, además, permite que futbolistas de dicha competición suspendan sus contratos durante un año y puedan salir a préstamo a cualquier club. Para un equipo en la tesitura del Hertha, esto es oro.
Aprovechándose de la situación, el conjunto ahora dirigido por Sandro Schwarz ya ha fichado a Filip Uremovic, central que llega como agente libre del Rubin Kazan, pero puede no ser el único refuerzo. Medios como Sky o Spox informan que Los Capitalinos también negocian por Alex Kral, centrocampista del Spartak de Moscú, y por la cesión de Chidera Ejuke, extremo del CSKA. Saben que, tal y como están las cosas, no les queda de otra.
El panorama actual del Hertha sigue siendo incierto, más aún con el reciente nombramiento de un ex-ultra como presidente y que promete un lavado de cara del club a todos los niveles. En lo deportivo, puede haber muchas ventas en las próximas fechas de jugadores como Ascacíbar, Piatek, Alderete o Lukebakio. Todos ellos llegaron en su momento como estrellas a Berlín y ahora tienen que salir para desahogar financieramente a la entidad.
La nueva temporada puede deparar cualquier cosa en el Olympiastadion pero, vistos los antecedentes, muchos esperan lo peor. En tiempos donde tanto el conjunto capitalino como todo el mundo viven en incertidumbre, el barco de Sandro Schwarz tendrá que aguantar muchas tormentas para evitar el naufragio.