BEIJING, julio 7.— El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha condenado al director del FBI de EE. UU., Christopher Wray, y al director del MI5 británico, Ken McCallum, por acusar a Beijing de robar tecnología occidental y representar un «peligro generalizado» para la seguridad nacional.
Tales acusaciones son «mentiras», dijo categóricamente el ministerio chino, de una rara conferencia de prensa conjunta en Londres el miércoles, donde Wray y McCallum advirtieron a los líderes empresariales que China estaba decidida a robar su tecnología y operaba un programa de piratería «más grande que el de todos los países combinados», según múltiples informes de los medios sobre el evento, citado por Russia Today.
McCallum agregó que el gobierno de China ejerce «presión encubierta en todo el mundo» y presenta «el desafío que más cambia las reglas del juego» para la seguridad nacional de Estados Unidos y el Reino Unido.
Agregó que el MI5, una agencia nacional más o menos análoga al FBI, actualmente está ejecutando siete veces más investigaciones centradas en China que en 2018. Si bien el jefe de inteligencia británico advirtió que «la actividad hostil está sucediendo en suelo británico en este momento», Beijing rechazó firmemente las acusaciones, y su embajada en Londres calificó los comentarios como «completamente infundados».
Wray «ha estado jugando con la llamada amenaza de China para difamar y atacar a China», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, a los periodistas el jueves.
«Los hechos han demostrado plenamente que Estados Unidos es la mayor amenaza para la paz, la estabilidad y el desarrollo mundiales», continuó, y agregó que China pide a Washington que «deje de difundir mentiras y deje de hacer comentarios irresponsables»
Con respecto a McCallum, Zhao dijo que las dos principales agencias de inteligencia del Reino Unido, MI5 y MI6, son «ambas expertas en plantar espías» y están «tratando de proyectar sus propios actos vergonzosos en China a través de estos informes falsos y sensacionalistas».
Este jefe del servicio de seguridad del Reino Unido necesita deshacerse de los demonios imaginados, salir de la habitación oscura y encontrarse con la luz del sol ... y dejar de crear enemigos imaginarios», continuó el portavoz de la diplomacia china.
China ha enfrentado durante mucho tiempo, y rechazado, las acusaciones de delitos cibernéticos y espionaje industrial. El supuesto uso de empresas tecnológicas chinas por parte de Beijing para recopilar datos sobre usuarios occidentales ha llevado a la lista negra de docenas de estas empresas por parte de Washington, y China ha sido culpada por innumerables ataques cibernéticos e incidentes de robo de propiedad intelectual.
En medio de las demandas y contrademandas, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunirá esta semana con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, durante una reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G20 en Bali, Indonesia. Blinken acusó a China la semana pasada de «tratar de socavar el orden internacional basado en reglas», y se espera que intente presionar a Wang para que reduzca la creciente asociación de China con Rusia, según funcionarios estadounidenses.
Hasta ahora, dijo RT, China se ha negado a condenar a Rusia por su operación militar en Ucrania, o a respaldar las sanciones occidentales contra Moscú.
Por su parte, Kyle Anzalone publicó en Libertarian Institute que la reunión entre los dos jefes de inteligencia se produjo días después de que el presidente Joe Biden y el primer ministro Boris Johnson firmaran una nueva estrategia de seguridad de la OTAN que nombra a China como una de las principales amenazas. Después de una importante cumbre en Madrid la semana pasada, la alianza publicó su nuevo documento de Concepto Estratégico, afirmando que Beijing plantea un «desafío sistémico para la seguridad euroatlántica».
