Para los argentinos el asado es emblemático: de acuerdo a una encuesta de la Carrera de Nutrición de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UAI, casi 94% de los argentinos cree que el asado es la comida argentina por excelencia.
Muchísimos rankings internacionales y revistas especializadas suelen incluir a las parrillas argentinas entre sus principales recomendados para visitar en Buenos Aires. La Brigada es considerada como la segunda mejor de toda la ciudad y además, era la preferida de Maradona.
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En 1992, Hugo Echevarrieta abrió las puertas de La Brigada en pleno barrio de San Telmo. Desde ese entonces fue considerado como "un clásico porteño" hasta el punto de ser visitado no solo por los locales; sino también por extranjeros, deportistas de élite como Maradona, celebridades de todo tipo y hasta diversos presidentes alrededor del globo.
"Para nosotros siempre es un placer recibirlos a todos por igual, brindándoles la mejor atención y ofreciendo las mejores carnes y vinos", dice el dueño en su página web oficial. Además cuentan con una exclusiva Cava, en la cual ofrecen más de 60.000 etiquetas de las bodegas argentinas, desde las más exclusivas hasta las más conocidas.
En cuánto a la estética del lugar: es espacioso, antiguo y elegante a su vez. La madera, las vitrinas de colores y su clásico decorado hacen de La Brigada, un lugar clásico para ir a comer. "Nosotros tenemos una casa que tiene 400 cubiertos por turno", comentó Echevarrieta al respecto en el documental para Netflix 'Todo Sobre el Asado'.
El mismo dueño recomienda el corte especial que "es un secreto de la casa", el asado de tira, el vacío, el ojo de bife, el bife de chorizo, la entraña y la tapa de ojo "que también nació acá". En cuanto a los acompañamientos: las papas fritas, los vegetales asados o las ensaladas son una buena opción.
En este mismo restaurante la carne se corta hasta con cuchara, "todo surgió por un cliente que me pidió un bife de chorizo que volvió porque el cliente le dijo al mozo que estaba duro y yo sabía que le había mandado un muy buen bife; así que me acerqué y le dije al mozo que lo corte con cuchara para que vea que estaba tierno realmente. El cliente se quedó sorprendido y a partir de ahí empezamos a cortar la carne con la cuchara"; así es como lo describió su dueño en el documental de Netflix.
