Laureano Oubiña reclamaba un millón y medio de euros a Netflix y a Antena 3 por el supuesto ataque a su honor, intimidad e imagen con la serie 'Fariña', adaptación cinematográfica del libro del mismo nombre. Pero en una audiencia previa celebrada este jueves en un juzgado de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), la productora y el canal de televisión han rechazado las pretensiones del exnarcotraficante arousano y la demanda acabará en juicio . No será pronto. Según ha explicado a ABC Jorge Luis Paladino, abogado de Oubiña, la juez ha agendado la vista oral para el mes de noviembre de 2023 , dentro de casi año y medio. En la misma, está previsto que declaren como testigos, entre otros, Nacho Carretero, el autor del libro ; dos hijas del narcotraficante; y representantes de las empresas demandadas. Son testificales solicitadas por el abogado de Oubiña y que han sido aceptadas por la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Vilagarcía. Los demandantes no han corrido la misma suerte con otras peticiones: la juez ha echado por tierra su solicitud de que declaren, entre otros, la presidenta y fundadora de la fundación Érguete, Carmen Avendaño, y el presidente de Atresmedia. Las demandadas, por su parte, han aportado a la causa prueba documental, como entrevistas a Oubiña en medios de comunicación y el propio libro escrito por el exnarco. «La creación tiene límites» La demanda de Oubiña —presentada inicialmente en los juzgados de Madrid, que se inhibieron en favor de los arousanos— no pone en cuestión el libro de Carretero, sino su adaptación cinematográfica. «La creación artística tiene un límite, la calumnia y el insulto» , valora el letrado del exnarcotraficante. El escrito presentado, consultado por este diario, detalla episodio por episodio —la serie tiene un total de diez capítulos— las escenas que Oubiña y su letrado consideran que violan los derechos fundamentales al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen del demandante. La demanda, que recuerda los éxitos de audiencia de la serie, emitida primero en abierto por Antena 3 a nivel nacional y luego en Netflix, pone en cuestión desde la primera escena del primer capítulo . En ella, Laureano Oubiña —en la piel del actor Carlos Blanco— mantiene relaciones sexuales con su segunda esposa, ya fallecida, Esther Lago —representada por Eva Fernández—, momento en el que en la habitación irrumpe la Policía para detener al narcotraficante. Los demandantes consideran que la escena, además de no ser cierta, es «totalmente soez, burda y de mal gusto» , todo ello para «ser usado como gancho para obtener más audiencia». Recuerdan, además, que en la serie no se usa un nombre ficticio sino que «directa y abiertamente» se menciona a Laureano Oubiña por su nombre y apellido. Uno de los pivotes fácticos sobre los que gira la demanda son estas escenas íntimas y familiares. El otro, aquellas en las que se relaciona a Oubiña con el tráfico de cocaína. En el mencionado escrito, defienden que el exnarcotraficante arousano nunca fue condenado por traficar con esta sustancia —sí con hachís y con tabaco— y que «no es justo» que, «después de haber cumplido las condenas que se le han impuesto», tenga que pagar «por actos que jamás realizó y que lo sitúan frente a la sociedad como un verdadero monstruo». La demanda asegura también que, a día de hoy, Laureano Oubiña «sobrevive» con una pensión no contributiva de 392 euros y con los ingresos de su libro, que vende en ferias ambulantes. En muchos ayuntamientos gallegos fue expulsado y obligado a desmantelar su puesto.
