MATANZAS.- «A Carilda la aman en el mundo y nosotros los cubanos tenemos que amarla siempre, porque ella creyó en Fidel, en Cuba y la Revolución», subrayó Miguel Barnet, presidente de Honor de la Uneac, durante la celebración del centenario de la poetisa matancera.
En la casa natal de Carilda, en Calzada de Tirry 81, se celebró el centenario de la poetisa este 6 de julio, un momento emotivo de recordación al que asistieron Susely Morfa González, primera secretaria del Partido, Mario Sabines Lorenzo, gobernador de la provincia; el ministro de cultura Alpidio Alonso, y numerosos intelectuales.
Un encuentro familiar en el que Raidel Hernández, viudo y director del Proyecto Cultural Al Sur de mi Garganta, luego de la bienvenida, evocó pasajes de la vida de Carilda y de su eterna y bella amistad con Barnet.
Agustina Ponce, directora de Ediciones Vigía, presentó un libro titulado Decían, de esa casa editorial, diseñado por Marialva Ríos.
En la jornada fue inaugurada una sala con fotos, documentos y decenas de objetos personales de Carilda.
Morfa González señaló las virtudes de la autora de Al sur de mi garganta y llamó a mantener viva su memoria, su obra y personalidad como algo sagrado de la cultura cubana.
Alpidio Alonso Grau manifestó sentir mucha satisfacción por la jornada literaria desarrollada por el centenario, con debates profesionales interesantes, al tiempo que insistió en mantener su casa como un santuario de su legado.
La ocasión fue propicia para la presentación del Coctel Centenario, una creación de las jóvenes Ana Yisel Castillo y Mirta González Salguero, miembros de la Asociación de Cantineros de Cuba en su sede matancera.
Al cierre de esta edición se entregaba en la sala de conciertos José White el Premio Extraordinario de Poesía Centenario de Carilda Oliver Labra.
En la sala de conciertos José White le fue conferido el Premio Extraordinario de Poesía Centenario de Carilda Oliver Labra al escritor villaclareño Renier Pérez Pérez, joven galardonado con el poemario Elegía del inocente y el maldito.
