El primer primer ministro de Reino Unido dimitirá de su cargo después de una ola de renuncias de integrantes de su gobierno.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, planea renunciar, según dos funcionarios familiarizados con su pensamiento, luego de una ola sin precedentes de renuncias de su gobierno en los últimos dos días.
Un aliado cercano dijo que Johnson había demostrado en las últimas 48 horas que caería peleando, pero admitió que debe renunciar. Permanecerá como primer ministro interino hasta octubre, y se instalará un nuevo líder conservador a tiempo para la conferencia anual del partido.
Johnson también hará una declaración al país el jueves.
Johnson se está inclinando ante lo inevitable después de que su gobierno sufriera una hemorragia en docenas de ministros y asesores subalternos, y los miembros de su gabinete, incluido el recién nombrado canciller de Hacienda Nadhim Zahawi, le dijeron en su cara que debería renunciar.
El miércoles, el primer ministro se mantuvo desafiante con su equipo y dijo que tenía la intención de llenar los puestos vacantes. Pero el éxodo continuó el jueves por la mañana, con la renuncia de dos ministros del gabinete, junto con una gran cantidad de ministros subalternos, y Zahawi tuiteando que la situación “no era sostenible”.
Es un final ignominioso para un primer ministro que ayudó a asegurar una abrumadora mayoría para su partido en las elecciones generales de 2019 y el mes pasado sugirió que tenía la intención de servir hasta la década de 2030.
La semana pasada, Johnson se preparaba para hacer su declaración de clausura en la cumbre de la OTAN en Madrid, muy animado después de ocho días de diplomacia internacional en reuniones en todo el mundo. Rechazó las preguntas de los periodistas que viajaban sobre su conflicto interno y prefirió centrarse en sus esfuerzos para apoyar a Ucrania en su lucha contra Rusia.
Así es como quería ser retratado: un líder mundial poderoso que estaba dispuesto a hacer frente a los matones y ayudar a los más necesitados.
Pero la ira de los conservadores se disparó la semana pasada cuando se supo que el primer ministro ascendió a un parlamentario, Chris Pincher, a un alto cargo en el gobierno en febrero a pesar de conocer una queja formal sobre acoso sexual en 2019. El mensaje cambiante de su oficina sobre lo que sabía y cuándo. El comportamiento de Pincher generó nuevas preguntas sobre la honestidad y el juicio del primer ministro.
La partida planificada de Johnson ahora desencadenará una contienda para sucederlo como líder del Partido Tory, y como primer ministro, que probablemente llevará semanas. Si bien no hay un favorito claro, los posibles contendientes incluyen a la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, y al excanciller de Hacienda, Rishi Sunak, cuya renuncia junto con el exsecretario de Salud, Sajid Javid, el martes puso en marcha la avalancha de salidas en los últimos dos días.
Javid y Zahawi también pueden postularse, mientras que la fiscal general Suella Braverman dijo el miércoles por la noche que tenía la intención de hacerlo. Otros con ambiciones incluyen al exsecretario de Relaciones Exteriores Jeremy Hunt, finalista de Johnson en el concurso de 2019, y la exsecretaria de Defensa Penny Mordaunt, a quien algunos corredores de apuestas han convertido en el favorito.
