Mientras se jugaba el primer tiempo de
River-Vélez, con toda la atención fijada en el Monumental, de repente,
Boca hizo explotar una noticia-bomba. Juan Román
Riquelme, el vicepresidente, despidió a
Sebastián Battaglia, el técnico. Fue la noche después de la eliminación en la Copa Libertadores y de las declaraciones del entrenador quejándose porque los dirigentes no le habían reforzado el equipo.
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