Sin problemas, con buen manejo del partido, así calificaron Ramón Luis Méndez y Greivin Porras, el trabajo de Benjamín Pineda, árbitro de la final entre Alajuelense y Cartaginés.
“En el primer tiempo tuvo que lidiar mucho con la pérdida de tiempo, pero manejó bien el compromiso”, señaló Ramón Luis, quien agregó que en el complemento estuvo bien, como en el primer lapso.
Mientras que Greivin Porras destacó que se presentaron algunos roces, pero esto no opacó la labor de Pineda.
“Un juego muy friccionado, pero tuvo una buena actuación. Se dieron situaciones que uno podría valorar que pudieron no ser amarilla, pero es normal”.
Porras consideró que el compromiso no era sencillo de manejar y el silbatero no se complicó.
“El grado de dificultad del partido es enorme y esto le da al árbitro el manejo de que hizo una buena labor”.
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Los segundos 45 minutos fueron difíciles, resaltó Porras, pero Pineda no se salió del rumbo que marcó desde el pitazo inicial.
“El encuentro fue muy complicado, pero lo manejó bien. Tuvo una buena visión para llevarlo de buena forma. En realidad estuvo bien en sus acciones”.
Contrario a los choques anteriores donde hubo polémica, ya que los integrantes de uno y otro equipo reclamaron penales no señalados y expulsiones, en la final no se presentaron jugadas que generaron dudas, o malas determinaciones por parte del juez.