El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, notificó al Congreso el miércoles que revocará formalmente el estatus de Afganistán como “Aliado principal fuera de la OTAN”, casi un año después de que el último soldado estadounidense abandonara el país por orden suya, y el gobierno respaldado por Washington se disolviera en Kabul. ante los talibanes.
Biden envió un aviso oficial a la Cámara de Representantes y al Senado de EE. UU. de su intención de rescindir la designación de Afganistán, dijo la Casa Blanca. No estaba claro cuándo entraría en vigor el cambio.
Afganistán fue designado originalmente como MNNA bajo el presidente Barack Obama en 2012, más de una década después de que Estados Unidos invadiera y derrocara al gobierno talibán en Kabul, acusándolo de albergar al terrorista internacional Osama bin Laden. La designación ayudó a Washington a financiar completamente el presupuesto militar de Kabul durante años.
La designación es “un poderoso símbolo de la estrecha relación que tiene Estados Unidos con esos países y demuestra nuestro profundo respeto por la amistad” hacia ellos, según el Departamento de Estado. Si bien proporciona algunos privilegios militares y económicos, «no implica ningún compromiso de seguridad con el país designado».
A un total de 20 países y territorios, incluido Taiwán, una isla que China considera su territorio legítimo, se les ha otorgado este estatus formal o informalmente desde que se creó la categoría en 1987. Entre los beneficios que los países designados pueden esperar están la capacidad de comprar excedentes de EE. UU. armas y municiones, usar financiamiento estadounidense para comprar o arrendar equipo militar, acceder a contratos de mantenimiento y la capacidad de unirse a proyectos de investigación del Pentágono sobre una base de costos compartidos.
La decisión de Biden de revocar el estatus de Afganistán no es tan sorprendente como tardía. El último soldado estadounidense salió de Afganistán el 30 de agosto de 2021, con el país firmemente en manos de los talibanes en ese momento. El gobierno respaldado por Estados Unidos había entregado efectivamente Kabul a los talibanes dos semanas antes, lo que resultó en una evacuación masiva que involucró a diplomáticos, ciudadanos occidentales y más de 100,000 afganos que lograron llegar al aeropuerto.
Washington se ha negado a reconocer al nuevo gobierno y desde entonces ha congelado y parcialmente confiscado los activos del banco central afgano en su poder.
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