Juan era originario de Jojutla, buscó el sueño americano en dos ocasiones, su familia se formó allá, en la tercera ocasión ya no alcanzó a cruzar.
A la familia de Juan Valeriano Domitilo, de 56 años, le tomó por sorpresa la noticia de que su familiar era uno de los 52 migrantes que perdieron la vida al interior de la caja de un tráiler, en San Antonio, Texas, en busca del sueño americano.
“Desde el pasado 27 de junio que conocimos la tragedia (…) nos enfocamos a buscar a la familia del señor Juan, efectivamente él llegó a Cuernavaca en febrero pasado para estar con su padre, su madre y hermanos; ellos se acaban de enterar, están en shock”, informó el secretario de Desarrollo Social (Sedeso) de Morelos, Alfonso de Jesús Sotelo.
Juan Valeriano Domitilo, nacido en Jojutla, se fue en busca del sueño americano para trabajar en la construcción, en dos ocasiones llegó a su destino, en la tercera murió en el intento.
Juan deja dos hijos adultos y una esposa; a su padre Fernando, su madre Isabel y hermanos, estuvo en Cuernavaca 30 años con su familia donde actualmente viven sus padres y hermanos, viajó a Estados Unidos durante 10 años, volvió a Morelos por otros 10 años y regresó a Norteamérica.
En febrero de este año visitó a su familia en la capital morelense; sin embargo, el 27 de junio quiso regresar a EU para reunirse de nuevo con su esposa y sus hijos en Arkansas, pero en este tercer intento ya no llegó, perdió la vida junto con más connacionales.
El titular de Sedeso informó que el deseo de la esposa de Juan, María Gómez, es poder sepultarlo en Arkansas, por tanto, amigos y familiares han comenzado a realizar una colecta para ayudar a la familia a cubrir los gastos que se generen, pues al quedarse el cuerpo en el país vecino, el Gobierno federal no cubre los gastos.
Localizar a la familia del migrante morelense fue una labor complicada, así lo expresó en sus redes sociales el alcalde de Jojutla, Juan Ángel Flores Bustamente, pues en cuanto supieron el nombre y su lugar de origen, se enfocaron en encontrar a sus padres para ayudarlos.
Finalmente tanto Fernando como Isabel fueron ubicados en Cuernavaca, se les informó lo que había ocurrido con su hijo, noticia que les causó sorpresa y tristeza, por tanto pidieron respeto y discreción ante la situación que se les presentó.
