Carlos Sainz se convierte el segundo español de siempre en ganar una carrera de Fórmula 1. Nueve años después vuelve a sonar el himno español para el escalón más alto del podio. El piloto subió con la bandera y se vio muy emocionado en el momento de la música de su país.
Sonriente y feliz levantó el trofeo más prestigioso de su trayectoria. Fiesta y champán para el madrileño que empezó delante de todos y terminó festejando en frente de una inmensidad de gente que ha ocupado la zona del podio. Sainz necesitó 150 carreras para llegar a realizar un sueño, un deseo grande que pudo alcanzar gracias a la perfecta estrategia de Ferrari en el momento decisivo de la carrera. Cuando faltaban diez vueltas al acabar, el piloto aprovechó para pararse y montar neumáticos nuevos que le permitieron la remontada en favor del compañero Charles Leclerc.
Sexto podio para el español, pero si los otros tenían un sabor agridulce, esta vez fue una alegría única, que Sainz demostró a través de sus palabras en el 'Team radio' al final de la carrera con sus ingenieros.
La carrera demostró que en la escudería hay igualdad y que en el equipo no se prefiere un piloto respecto a otro, quien merece ganar acabará adelante. Optima también la gestión de la tensión de Sainz: al regresar de la parada su «Stop inventing» fue decisivo para hacerle ganar la carrera. Mientras el box le pedía defender su posición, él eligió luchar hasta el último segundo y tomarse el riesgo de pasar a su compañero Leclerc. La jugada le salió limpia y el español logró alcanzar el paraíso.
De esta manera Sainz entra en la élite de los pilotos que ganaron una carrera de Fórmula 1, posicionándose como segundo español de siempre tras Fernando Alonso. Con la victoria de hoy en Silverstone se posiciona cuarto en la clasificación general a nueve puntos por debajo del compañero de escudería.
