Perder habitantes es perder dinero. Así de crudo. En un contexto en el que el Gobierno de España le está dando la espalda a Sevilla en todo —tren al aeropuerto, metro, túneles de la SE-40, Abengoa...—, la caída demográfica de la capital es una excusa perfecta para que desde Madrid sigan pasando olímpicamente de nosotros. El descenso de población se traduce directamente en una menor aportación del Estado a las cuentas municipales, lo que implica una bajada del presupuesto y, por tanto, una menor capacidad de inversión. En los últimos años, tanto Juan Espadas como Antonio Muñoz se han remangado para evitar esta sangría, que comenzó a preocupar a los políticos cuando el Ayuntamiento pasó de tener 33 a 31...
Ver Más