Los 250.000 habitantes de la ciudad de Verona, en el noreste de Italia, deberán reducir su consumo de agua a fines estrictamente domésticos durante el verano boreal, debido a la sequía.
“Debido a la situación meteorológica y a sus consecuencias en el aprovisionamiento de agua, el alcalde firmó una disposición que limita el uso de agua potable a fines domésticos”, indicaron en su portal internet las autoridades de la ciudad identificada con el drama de Romeo y Julieta.
Hasta el 31 de agosto, los veroneses tienen prohibido en consecuencia “regar huertos, jardines y terrenos deportivos, lavar sus coches o llenar sus piscinas” y quienes no cumplan esas normas deberán pagar multas de hasta 500 euros ($521), advierte el comunicado.
Oras localidades italianas ya adoptaron medidas similares, pero Verona es una de las principales en haber recurrido a normas tan drásticas.
Italia, al igual que otros países europeos, se vio confrontada este año a una ola de calor precoz, con ausencia de lluvias, sobre todo en el valle agrícola del Po (norte), golpeado por la peor sequía en siete décadas.