Superado el primer examen de la <b>109ª edición del Tour de Francia, </b>y no se trataba de un examen cualquiera. Cierto es que los alumnos ciclistas habían hecho bien los deberes e hincado los codos, pero todos los corredores se han encontrado un recorrido que se las traía. 13 kilómetros de una contrarreloj individual técnica, con varios cambios de superficie, con diferentes tipos de asfalto e incluso adoquín, con bastantes curvas lentas en las que había que parar y arrancar y curvas rápidas que estaban especialmente resbaladizas a causa de la lluvia. Demasiado en juego como para jugársela ya de inicio.
Superado el primer examen de la 109ª edición del Tour de Francia, y no se trataba de un examen cualquiera. Cierto es que los alumnos ciclistas habían hecho bien los deberes e hincado los codos, pero todos los corredores se han encontrado un recorrido que se las traía. 13 kilómetros de una contrarreloj individual técnica, con varios cambios de superficie, con diferentes tipos de asfalto e incluso adoquín, con bastantes curvas lentas en las que había que parar y arrancar y curvas rápidas que estaban especialmente resbaladizas a causa de la lluvia. Demasiado en juego como para jugársela ya de inicio.