«Se acabó el juego para el motor de combustión interna en Europa». Con estas palabras celebraba la oenegé Transport and Environment el acuerdo para poner fin a los coches de gasolina y diésel en la Unión Europea. Sin embargo, el pacto tiene varias salvedades como, por ejemplo, que tengas dinero para pagar esta exclusividad.
Esta semana, los ministros de medioambiente de los 27 estados miembros de la Unión han dado luz verde a la propuesta de Bruselas de reducir al 100% las emisiones de CO2 de los coches nuevos a partir de 2035. Esto supone, de facto, prohibir la matriculación de vehículos de combustión a partir de esa fecha, salvo si eres Ferrari, Lamborghini u otras marcas de lujo.
Así quedó establecido en el Europarlamento hace varias semanas y también ha sido ratificado por los ministros del ramo en su reunión en Luxemburgo que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
Una medida de gracia impulsada por varios eurodiputados italianos que han conseguido una moratoria de doce meses para las marcas de nicho que fabriquen menos de 10.000 vehículos al año.
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En la primera categoría, los Ferrari, Lamborghini, Aston Martin, Rolls-Royce, entre otras podrán vender vehículos de gasolina hasta el 31 de diciembre de 2035. Paradójicamente, esta excepción que se ha bautizado como ‘enmienda Ferrari’, de momento, no se podría aplicar a la marca de ‘Il Cavalino Rampante’ que vendió el pasado año más de 11.000 unidades. En el caso de las firmas más exclusivas con ediciones súper limitadas con menos de 1.000 vehículos de producción, como Bugatti, la moratoria se extiende más allá de 2036.
La industria pide inversión
A falta de una nueva ratificación por parte del Parlamento Europeo, parece que no hay marcha atrás en la hoja de ruta marcada por Bruselas que irá sacando poco a poco de las carreteras los coches con altas emisiones. «Lo que queremos son coches de cero emisiones», asegura Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea.
Antes de apagar los nuevos motores de combustión, los países de la Unión han establecido una meta intermedia en 2030 con una reducción de las emisiones del 55% para turismos y del 50% para furgonetas. En la actualidad, los automóviles representan cerca del 15% de las emisiones totales de CO2 en los países del bloque comunitario. «Todo nuevo objetivo debe venir acompañado de nuevas herramientas al mismo nivel de exigencia si se quiere que su cumplimiento sea posible», aseguran fuentes de Anfac, la patronal de los fabricantes de automóviles en España.
El pasado 2021, las marcas de automóviles vendieron 9,7 millones de vehículos en la Unión Europea, donde la mitad de ellos fueron diésel y gasolina. Al que se podría sumar un 20% de los híbridos eléctricos, que también montan un motor de combustión. Casi seis millones de vehículos que no podrán ser matriculados en poco más de una década.
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Mientras, el peso de los eléctricos e híbridos enchufables apenas alcanzan el 20% de cuota de mercado en la Unión. «Es imprescindible aumentar el despliegue de puntos de recarga, con nuevos objetivos ambiciosos pero vinculantes; una fiscalidad que apoye positivamente la descarbonización y se centre en gravar el uso, no en la compra; y una reforma de los planes de ayuda a la demanda para hacerlos más eficaces», aseguran desde Anfac.
No obstante, la prohibición de nueva matriculación de estos vehículos no servirá para dejar de ver coches de gasolina y diésel por las calles y carreteras españolas. La edad media del parque automovilístico en España está situada, actualmente, en los 13 años. «Una cosa es lo que las administraciones digan y otra es lo que los ciudadanos quieran en los próximos años», respondía José Vicente de los Mozos, máximo responsable de Renault en España y director industrial de la marca a nivel global.
A pesar de ello, las marcas ya trabajan en ampliar el catálogo de coches cero emisiones en sus concesionarios. «Estamos impulsando la electrificación a toda velocidad, marcando el rumbo para vender solo turismos 100% eléctricos en Europa en 2030 y con más de 75 BEV previstos en el mercado para esa fecha», responden los portavoces de Stellantis, la marca que aglutina firmas como Fiat, Peugeot, Citröen. «La industria del automóvil contribuirá plenamente al objetivo de una Europa neutra en carbono en 2050», destacan los responsables de BMW.
Sin embargo, esta nueva medida, que aún tiene que ser refrendada en el Parlamento Europeo, despierta dudas. «La decisión del Consejo plantea cuestiones importantes que aún no han sido respondidas, como la forma en que Europa garantizará el acceso estratégico a las materias primas clave para la movilidad eléctrica», advierten los portavoces de la automovilística alemana.
En la misma línea, pero en clave nacional, lanza la alerta la patronal española de fabricantes de coches y camiones: «Si ahora el Gobierno español decide apoyar una nueva aceleración de los objetivos es evidente que estas nuevas medidas son incluso mucho más necesarias y urgentes. Si no se adoptan, nuestra industria y nuestro empleo puede enfrentarse a un serio problema dada la gran exigencia de los nuevos objetivos que se pretenden aprobar».