La erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’ apai, que en enero pasado se convirtió en una de las más potentes observadas durante la historia de la humanidad, generó ondas que dieron la vuelta al mundo seis veces y alcanzaron 100 kilómetros en la ionosfera. Fue “única en la ciencia observada”, tanto en magnitud como en velocidad, según un estudio.