Más allá de la vorágine mediática en torno a la instrucción judicial que investiga la gestión de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y a la resolución del recurso presentado al Tribunal Supremo por Luis Eduardo Ramírez Icardi -exmarido de Mónica Oltra-, para anular el juicio en el que fue condenado a cinco años, María Teresa T. M., víctima de los abusos sexuales, relata el sufrimiento y la precaria situación económica que vive a diario: «Necesitamos ayuda».
En un pequeño piso ubicado en el barrio valenciano de Benimàmet convive Maite, como también la conocen, con su padre, su pareja y su bebé de tan solo catorce meses. Además, está esperando la llegada de su segundo hijo, del que saldrá de cuentas el próximo 16 de julio, aunque cree que se puede adelantar.
«Yo he vivido en la calle y la gente que vive en ella me da pena», relató a
ABC
la víctima de abusos sexuales cuando era una menor tutelada por la Generalitat Valenciana. Reconoce haberse sentido «abandonada» por la Administración pública. Actualmente, no tiene empleo y está pendiente de la resolución de una demanda que interpuso contra la Conselleria de Sanidad por despido improcedente cuanto trabajaba en el hospital de Torrevieja, que tampoco «le permite pedir ayudas y subvenciones».
«Estamos yendo a Cáritas, a la Cruz Roja y a todos los sitios donde podemos»
Mientras tanto, subsisten los cuatro en casa -a partir del mes que viene, cinco- con el salario de su padre, aunque admite que «no puede con todos los gastos». Pedro, su pareja, «trabaja los días que le llaman en el montaje de ferias», pero matiza que «son muy pocos», por lo que «está buscando un trabajo fijo».
«Estamos yendo a Cáritas, a la Cruz Roja y a todos los sitios donde podemos», explica. Aunque, reconoce que «lo importante, de momento, es que el niño puede comer». Ante esta situación tan precaria, ha abierto un Bizum para recibir ayudas en el número 670742251, mientras que la Generalitat desbloquee la indemnización pendiente que Maite reclama, que asciende a 240.000 euros por los abusos que sufrió por parte de la anterior pareja de Oltra.
Reprocha la falta de «empatía» de Oltra
En cuanto a la imputación de Mónica Oltra en la instrucción judicial, que ha provocado su dimisión como vicepresidenta del Ejecutivo valenciano, la víctima reclama «justicia por encubrir» su denuncia y asegura «no guardarle rencor», pero sí le reprocha su falta de «empatía» con ella.
Al recordar los episodios de abusos sexuales que sufrió hace cinco años en el centro de acogida Niño Jesús, relata que se sintió «desamparada». Una sensación que se ha extendido en el tiempo debido a las declaraciones de algunas ministras como Yolanda Díaz e Irene Montero, quienes salieron en defensa de Oltra y obviaron su condición de víctima real del caso. «Me hace pensar que yo no existo. No es que no hablen de mí, es que parece que no se crean nada».
Sobre la evolución del proceso judicial, la Fiscalía considera que la actuación de Oltra en este caso podría ser constitutiva de prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos y abandono de menores. Por el momento, hasta catorce personas, entre ellas altos cargos de la Conselleria, están imputados.
