España, como anfitrió de la próxima Cumbre de la OTAN, presionará para que se incluyan como 'amenazas híbridas', asuntos como la migración irregular, la inseguridad alimentaria y el terrorismo, en la nueva hoja de ruta política de la Alianza Atlántica, ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una entrevista para Reuters.
La cumbre del 29 al 30 de junio en Madrid será una de las más importantes desde la creación de la OTAN en 1949. En ella se redactará el «Concepto Estratégico» de la alianza para la próxima década, en el que se definirá su misión con el telón de fondo de la invasión rusa de Ucrania y la admisión de nuevos miembros como Finlandia y Suecia.
España está haciendo campaña para que la OTAN preste más atención a las amenazas no militares en el llamado flanco sur de la alianza, en las que se incluye países del Magreb y del Sahel que «se encuentran bajo una creciente influencia rusa», ha dicho Albares incluso mientras aborda el conflicto de Ucrania, al mismo tiempo, en su frontera oriental.
«Queremos que se reconozca que también hay serias amenazas procedentes del flanco sur», dijo el jefe de la diplomacia española. «El terrorismo, la ciberseguridad, el uso político de los recursos energéticos y de la migración irregular afectan a nuestra soberanía», ha dicho.
Fuentes internas de la OTAN han declarado en las últimas semanas que, con un conflicto activo en su flanco oriental y con regiones como los Estados bálticos presionando para obtener más recursos, era improbable un compromiso firme con el flanco sur. También han admitido que el tema de la migración es algo muy divisivo para obtener un consenso en la cumbre, incluso si España tiene el respaldo en su campaña de otras naciones del sur de Europa como Portugal e Italia.
Efecto disuasorio
Albares ha explicado que la mera inclusión de estas amenazas híbridas en la estrategia de la OTAN, así como una referencia expresa al flanco sur como región a vigilar, sería suficiente para generar un efecto «disuasorio» que España busca para proteger sus fronteras.
«No hay que hacer nada nuevo, sólo hay que tener en cuenta que del flanco sur pueden emanar una serie de amenazas que en algún momento pueden requerir una reacción defensiva de la OTAN exactamente igual que la que estamos viendo en el flanco este», ha explicado el titular de Exteriores.
Albares ha afirmado que, aunque una amenaza militar directa procedente del sur debería enfrentarse a una respuesta militar de la OTAN, podrían utilizarse recursos «no convencionales», como la tecnología, para contrarrestar amenazas como los ciberataques y la militarización de la inmigración irregular.
«Que a nadie le quepa duda de que esas amenazas híbridas no pueden ser utilizadas para desafiar nuestra integridad territorial y nuestra soberanía», ha explicado el ministro.
España también destaca la creciente influencia rusa en la región del Sahel, en África Occidental. El contratista militar privado ruso Wagner Group está colaborando con el ejército maliense para contrarrestar la insurgencia islámica en la zona, mientras que la antigua potencia colonial, Francia, retiró sus tropas.
La Unión Europea ha impuesto sanciones a Wagner, que dice que trabaja en nombre del Kremlin. Moscú niega los vínculos, pero dice que está proporcionando «asistencia militar» a través de canales estatales.
«La presencia de Rusia [en Malí] no ayuda en nada, no ayuda en nada a avanzar en la democracia, a estabilizar», ha sostenido Albares durante la entrevista.
