La pérdida de poder adquisitivo es uno de los factores que más pesan a la hora de evaluar la preocupación social por la inflación. Fuerte pesimismo y baja expectativa sobre el futuro económico en la encuesta de D'Alessio Irol/Berensztein
El desgaste es evidente y la falta de expectativas en materia económica domina la escena. La frustración y el pesimismo forman parte hoy del sentimiento mayoritario de los argentinos por la persistencia del mal que más preocupa y tiende a agravarse con el tiempo: la inflación, que se estima superó el 5% el mes pasado.
En este cuadro, la actualización salarial que los diferentes gremios llevan adelante con acuerdos que rondan ya el 60% parece quedar desactualizada apenas se conoce el siguiente dato oficial. Y el sector informal, en el que se mueve una gran parte de la economía argentina, observa con alarma las proyecciones de evolución en el Índice de Precios al Consumidor que ya superan el 70% anual, según las consultoras privadas. Así, la carrera contra la inflación tiene a los argentinos corriendo desde atrás y sin la esperanza de recuperar terreno.
El dato surge de la última entrega del Monitor del Humor Social y Político que D'Alessio Irol/Berensztein elabora de manera exclusiva para El Cronista. El sondeo, realizado el mes pasado de manera online a 1030 adultos en todo el país, reflejó que persiste la evaluación negativa sobre el presente y el futuro económico, pero también marcó una sensación general de pérdida de ingresos frente al avance de la inflación.
En efecto, esa percepción cruza a todo el abanico político. De hecho, mientras se expresó de esa forma el 75% de los encuestados que votaron a Juntos por el Cambio (JxC) en la última elección y el 77% de los que lo hicieron por candidatos libertarios, también lo hizo uno de cada dos electores del oficialismo, un 54% de quienes optaron por la izquierda y un 67% de los que lo hicieron por otras fuerzas.
Y la perspectiva no mejora para el año próximo. Solo 4 de cada 10 votantes del Frente de Todos espera tener ganancias, mientras que un mayoritario 45% solo proyecta mantenerse. Las cifras caen al 11% y 38%, respectivamente, entre los seguidores de JxC y al 13% y 26% entre los libertarios. En ambas fuerzas, la visión imperante es que los ingresos seguirán perdiendo frente a la inflación (49% en JxC y 61% libertarios).
La inflación sigue siendo la principal preocupación para el 92% de los encuestados, seguido por la incertidumbre en la situación económica del país, que alcanza al 75%, la inseguridad 70% y no ver propuestas razonables para lograr el crecimiento económico 55%. La impunidad en actos de corrupción durante el gobierno kirchnerista trepa al 89% de los libertarios consultados y 84% de JxC; mientras que la misma preocupación pero referida al gobierno macrista es marcada por el 53% de los votantes encuestados del FdT y el 54% de la izquierda.
El contraste se replica en la lectura sobre la situación económica. Mientras para 60% de quienes votaron al FdT y 56% de los que lo hicieron por la izquierda ha mejorado respecto del año pasado, para el 95% de JxC y 96% de los libertarios consideran que es más negativa.
De la misma forma, mientras 69% del elector oficialista y 56% del que optó el año pasado por la izquierda pronosticó una mejora de la economía en 12 meses, 93% de encuestados de JxC y 97% de libertarios creen que la situación empeorará.
A la hora de evaluar la gestión, la mirada social es muy desfavorable para la administración de Alberto Fernández, al punto que la calificación cayó al nivel más bajo de todo el mandato, incluso entre los votantes del FdT, grupo en el que el Gobierno solo consigue el aval del 66% de los encuestados. Mientras que en los seguidores de JxC el rechazo alcanza al 99%.
