Órdago cumplido. No era sólo un farol. Al menos de momento. Siro ha hecho realizar este lunes lo que los trabajadores querían ver como una amenzada. No ha arrancado la producción en la factoría de la localidad palentina de Venta de Baños que la compañía quiere sacrificar dentro del plan de viabilidad dibujado para que un socio inversor entre en el accionariado y logre sacar a flote la galletera, con una deuda de unos 300 millones de euros.
Los empleados de la planta han estado puntuales a las 6 de la mañana en sus puestos, pero la labor no ha sido la de cualquier otro lunes. No han salido galletas, pues el horno ni ha arrancado, pese a que el viernes lo dejaron todo preparado para continuar con la actividad. Ahora la duda es si este martes tampoco habrá actividad, ha reconocido la presidenta del comité de empresa, María del Mar Rodríguez.
«Nuestro problema es más grave», ha señalado, pues advierte de que en esta planta no entra ni siquiera dentro de los planes de competitividad, que incluyen el cierre. Se sienten «engañados», pues consideran que durante todo este tiempo la empresa los ha ocultado sus planes y ha negociado planta por planta.
Además, lamentan que desde que el viernes Siro comunicó que tras el no de los trabajadores al acuerdo, el socio inversor se retiraba, por lo que se veía obligado a parar la actividad productiva en todas as plantas que tiene en Castilla y León: las de Venta de Baños, la de la también localidad palentina de Aguilar de Campóo y la de Toro (Zamora).