Qué tener en cuenta a la hora de solicitar un crédito en un banco
Cuando se quiere encarar un proyecto grande como la remodelación de una casa, la compra de un auto o, incluso, un viaje, hay que contar con el dinero suficiente para costearlo. Y para ello hay dos caminos posibles: o bien se usa lo ahorrado previamente o bien hay que recurrir a pedir prestado. Antes de tomar un préstamo se deben evaluar costos y beneficios al detalle. Así se podrá saber si es la mejor decisión y tomar conciencia de lo que significará en el plano financiero mientras dure el compromiso con el banco.
Estos son algunos puntos a tener en cuenta a la hora de solicitar un crédito y que, además, ayudarán a llegar a buen puerto.
Cuando se va a pedir dinero prestado, las entidades financieras quieren asegurarse del repago de la deuda. Por eso, tener un buen historial de crédito es fundamental. Si se tienen productos como tarjeta de crédito conviene hacer el pago total y mantenerse al día con los vencimientos. Eso demuestra un compromiso que será tomado en cuenta a la hora de la solicitud.
Antes de solicitar un crédito vale la pena asegurarse de que se tendrá capacidad para cubrir la deuda en su totalidad en el plazo establecido. No solo se debe tener en cuenta la relación entre la cuota y los ingresos, sino que, además, se debe pensar si esos ingresos se mantendrán estables durante toda la duración del préstamo. Hay que tomar en consideración todo tipo de posibles eventualidades y emergencias.
Solicitar un préstamo conlleva cierto endeudamiento, y esto puede ser algo peligroso, así que no es una decisión para tomar sin un análisis previo. Ya sea para pagar unas vacaciones, remodelar la, emprender un negocio o comprar un auto, lo más recomendable es acudir a entidades financieras que ofrezcan opciones convenientes. Por eso, hay que ver que tanto la tasa nominal anual (TNA) como la tasa efectiva anual (TEA) y el costo financiero total (CFT) sean convenientes. El CFT incluye la la TEA, las comisiones y los gastos por todo concepto.
Lo ideal es hacer una comparación sobre la oferta de cada entidad financiera, esto puedes hacerlo consultado la página web de cada institución o acudiendo personalmente a alguna sucursal. Otra opción que podría ser muy útil, en este caso, es hacer uso de comparadores de préstamos.