Vivimos bajo el fuego de una guerra desplegada en tres frentes simultáneos: un frente económico, un frente terrestre y un frente mediático, este último especializado en anestesiarnos y en criminalizar las luchas sociales y sus líderes. Tres fuegos que operan de manera combinada, desde las mafias financieras globales, la industria bélica y el reeditado «plan Cóndor comunicacional», empecinados en silenciar a los pueblos.