Una vez digerido el contratiempo del adiós repentino de
Lieke Martens, que por el momento no ha sido anunciada por el
PSG ni por ningún otro equipo, el
FC Barcelona tiene la difícil tarea de sustituir a la futbolista con una pieza de la talla de la holandesa, con el hándicap de la falta de tiempo y de previsión. Es precisamente este uno de los elementos que más ha dolido en las oficinas del Barça. Si
Lieke se quería ir, por el motivo que fuese, estaba en su derecho, pero las formas, dando a entender que seguiría hasta el último momento en que el panorama europeo está prácticamente fijado en cuanto a movimientos de las futbolistas más relevantes ha causado un doble daño en ‘Can Barça’. De entrada lo que muchos pensaron fue que el adiós de
Martens reactivaría las negociaciones con
Jenni, paradas ya que cada una de las partes tiene su posición fijada e inamovible hasta la fecha, pero
Hermoso no juega de extremo izquierda y el Barça, si quiere recuperar el título de campeón de Europa necesita un refuerzo de la talla de la holandesa.
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