El tractor es una de las herramientas esenciales en el campo, y a lo largo de los años se ha ido desarrollando y adaptando a las nuevas necesidades de los agricultores. «Actualmente se habla de la digitalización del sector agrario pero los fabricantes de maquinaria agrícola llevan varias décadas implementando tecnologías para mejorar la rentabilidad de las inversiones garantizando incrementos de producción y mejora continua de la calidad de los productos agrarios que llegarán a la mesa de los consumidores», resalta Ignacio Ruiz, secretario general de la Asociación Nacional del Sector de Maquinaria Agrícola y Tractores (Ansemat). Desde esta asociación recuerdan que existen muchas tecnologías implementadas en los distintos tipos de máquinas, que las permite comunicarse entre ellas y con el entorno mediante sensores e intercambio de datos entre campañas, que son capaces de reaccionar en el momento y corregir el trabajo que están realizando y que garantizan la seguridad del agricultor.
Con una población que aumentará hasta los 10.000 millones de personas en 2050 y un aumento de la demanda de alimentos de más de un 50%, «en los próximos años, viviremos una transformación radical de la producción, incluso mayor que la que supuso el cambio de la mula al tractor. Esto se llama agricultura de precisión que, a través de la digitalización, automatización y conectividad nos permitirá una mayor sostenibilidad económica, social y medioambiental del sector», cuenta Jaime Muguiro, director comercial de John Deere Ibérica. Esta marca de tractores ha contribuido de forma destacada en la transformación tecnológica del sector. «Quizás uno de los grandes hitos fue que John Deere creó su propia división de agricultura de precisión hace más de 25 años, cuando la automatización, digitalización y conectividad estaban aún muy lejos de la realidad del momento», destaca.
Gracias a ello ha desarrollado una plataforma gratuita que permite documentar todas las tareas que se realizan en el campo, facilitando la toma de decisiones para mejorar la rentabilidad. Otro ejemplo es la tecnología ‘See & Spray’ que permite, con ‘machine learning’, cámaras y robótica, «distinguir la planta de la mala hierba y aplicar individualmente la cantidad exacta de productos químicos en el sitio y momento adecuado», cuenta Muguiro.
La tecnología autónoma ya existe y a comienzos de este año John Deere presentó el primer tractor de este tipo, que va a empezar a comercializarse en EE.UU. a finales de año. «En Europa tardaremos algo más, pero en cuanto el reglamento europeo permita la circulación de vehículos no tripulados, empezaremos a verlos también en nuestros campos. La clave no está tanto en la capacidad de la tecnología, que la hay, sino en la evolución de la regulación», indica Muguiro. Otra de las novedades de esta marca es la nueva serie 6R. «El modelo 6R 185 es un concepto novedoso que combina un formato de tractor compacto con mucha potencia y el más bajo consumo de combustible en su categoría. Tiene gran versatilidad para adaptarse a la gran variedad de tareas en cultivos extensivos», añade.
El ritmo al que la tecnología se despliega en el campo es un indicador de la gran velocidad a la que el sector agrícola se está digitalizando. Jaime Muguiro considera que la apuesta de los agricultores por modernizar sus equipos y su forma de trabajar es firme. «La agricultura de precisión es la mejor medicina para controlar los costes, mejorar los rendimientos agrícolas y defender la sostenibilidad ambiental». No obstante, desde Ansemat recuerdan que existen tecnologías rentables que ayudarían enormemente a los agricultores en su trabajo diario, pero «la renta agraria no aumenta como debería para permitir a los agricultores disponer de los recursos financieros suficientes que les ayude a invertir en nuevos equipos».
Energías renovables
Los tractores, al tener un motor diésel, están sometidos a las mismas limitaciones que otros vehículos y se han ido adaptando a las distintas normativas. «Cien tractores o cosechadoras actuales contaminan lo mismo que una de hace 20 años», pone como ejemplo Jacinto Gil Sierra, profesor titular de la Escuela de Ingeniería Agrónoma de la UPM, para mostrar los avances obtenidos. Ahora la cuestión no es si pueden contaminar aún menos, sino cuándo se va a sustituir el gasóleo por otras fuentes de energía más limpias y renovables. «Esta sustitución no será drástica, sino que primero pasará por una fase gradual en la cual el gasóleo obtenido del petróleo sea complementado con energía procedente de otras fuentes», resalta el profesor quien recuerda también que «la alternativa al uso de combustibles renovables o limpios es el tractor eléctrico».
Un tractor puede funcionar con electricidad de dos formas. «Una es disponer en el tractor de una sustancia, almacenada en un depósito, que genere la electricidad y otra es instalar en el tractor baterías recargables con la capacidad de almacenaje suficiente para propulsar el tractor y todos sus dispositivos», explica Gil. Con la electricidad se consigue reducir o eliminar por completo las emisiones y reducir mucho el ruido emitido por el tractor.
